Jennie, frente a ella, observó nuestra interacción unos segundos antes de apartar la vista cuando nuestros ojos se encontraron y no pude evitar sentirme un poco mal por ella. Sabía que, en el fondo, ella deseaba tener una interacción así con alguien. Específicamente con cierta chica de cabello negro que tanto la ignoraba últimamente.

Y sí, días atrás, Jennie nos había confesado a Lisa y a mí que se había llegado a enamorar de mi mejor amiga. No fue una sorpresa en lo absoluto, Lili y yo ya nos lo esperábamos; es decir, la forma en la que interactuaban y las miradas que compartían... Lo que sí me sorprendió fue notar como Jisoo se tensaba cada vez que yo intentaba inmiscuirme en el tema y empezaba a evadirme.

Ella y yo definitivamente necesitábamos una conversación urgente.

Salí de mi trance momentáneo cuando Lisa me besó la mejilla que había lamido anteriormente.

—Deberías preparar el ramen, Rosie. No has comido nada y ya casi es hora de la cena.

—Lalisa tiene razón, hija. Tienes que hacerlo, no es bueno saltarse las comidas —murmuró Minji, señalándome con una de las aspas de la batidora, la cual estaba cubierta de chocolate.

—Está bien, está bien. Ya voy —hice un puchero y, cuando volteé, Lisa permanecía allí frente a mí observándome mientras se mordía el labio inferior. No pude evitar sonrojarme.

Por supuesto, aquella interacción no pasó desapercibida por Jennie, quien realizó un comentario como siempre.

—Ya bésala. 

Al instante, sonrojadas, ambas observamos a otra parte y Lisa frunció el ceño.

—Cállate, Kim.

—Vamos, se nota a kilómetros que quieres hacerlo.

Bufó, sin embargo, la rubia no dijo nada más y se dispuso a batir la mezcla nuevamente. Jennie, por su parte, se echó a reír.

Negué con la cabeza y me dispuse a preparar ese ramen.

Al pasar algo de tiempo, el lugar se encontraba en absoluto silencio; al menos por nuestra parte, porque lo único que se escuchaban eran las direcciones de Jennie hacia todas. Al parecer era ella quien tenía el mando.

En una de esas interacciones, a Jisoo le tocaba batir algunas cosas más para finalizar la crema que decoraría el pastel, sin embargo como ella usaba una camiseta con mangas algo largas —que no tengo idea de por qué usó si estábamos en verano— y podía mancharse, Minji quiso intervenir.

—Jennie, cariño. ¿Podrías hacerme un favor?

Jennie, quien se encontraba ayudando a Lisa a poner la masa para galletas en el molde, volteó hacia ella y asintió con una sonrisa.

—Por supuesto.

—¿Crees que podrías acomodarle las mangas a Jisoo? Se va a manchar y si lo hago yo será peor. También tengo crema en las manos.

La castaña titubeó y estuvo a punto de negarse ante tal pedido, sin embargo, al dar un rápido vistazo hacia mí y recibir un asentimiento como respuesta, suspiró y asintió mientras se acercaba a Jisoo.

—Yo... 

Jisoo bufó y apartó la mirada, concentrándose esta vez en la crema. Sabía perfectamente que no podía objetar contra nada que su madre dijera.

—Hazlo rápido. 

Jennie asintió tímidamente —lo cual fue muy extraño— y se situó detrás de ella.

Todas nos encontrábamos expectantes ante lo que ocurría, inclusive mi tía y Minji, quienes habían dejado de preparar las cosas para prestar atención a ese par.

Promise┊ChaelisaWhere stories live. Discover now