Rubegetta

El Chico Del Piercing

Narra Luzu

Acabe de almorzar, cogí una zanahoria y llame a Manolo, mi cerdo al escucharme chillo y corrió a mí, yo simplemente reí mientras le daba la zanahoria, me pare de mi lugar y fui rápidamente a mi habitación para vestirme.

Una vez arreglado, me eché un poco de colonia, me despedí de Manolo y salí al cartel, caminando con solo una cosa en mente, quien era el nuevo que llegaba, me daba mucha curiosidad por saber quien era y como es. Cuando me di cuenta ya estaba en el cartel, todos estaban ahí, todos excepto Rubius, suspire un poco y me acerque a Mangel.

-Mangel, no ha llegado Rubén?. -pregunte por si acaso, él al instante negó.

-que yo sepa no ha llegado, Luzu, te puedo pedir un favor?. -pregunto, yo al instante asentí. -...lo que ya sabeh, no soy capaz de decirle a Rubiuh, le puedeh decir por mi?.

-...esta bien, me encargare de eso...-él sonrió y se fue con Lolito para conversar, yo me iba a acercar a Vegetta para hablar, pero una sombra a lo lejos llamo mi atención.

-...yo...lo siento...Juan Carlos es muy intenso...con las zanahorias...-hablaba Rubius agitado, al instante todos comenzamos a reír mientras le hacíamos burlas.

-...H...hola...-al escuchar esa voz todos dejamos de reír para mirar a quien había hablado. -...hola, soy Raúl o Auron, como prefieran llamarme, acabo de llegar a este pueblo, esto es Karmaland, cierto?. -hablaba un poco apenado mientras nos miraba.

-hola, mi nombre es Vegetta, bienvenido a Karmaland. -hablo Vegettita mientras le daba un cálido apretón, eso hizo que Auron sonriera un poco.

En ese momento me quede paralizado, mi mirada estaba fija en él, simplemente no podía apartar mi mirada, sus ojos y pelo marrón que brillaban con el sol, sus labios color cereza, sus mejillas levemente sonrojadas, su linda y hermosa sonrisa, pero lo que más llamaba la atención de él, era ese piercing en su ceja, lo hacía ver único, lindo y en cierto punto sexy. Cuando por fin volví en mí, me di cuenta que todos se estaban presentando, así que, sin desaprovechar la oportunidad de hablar con él, me acerqué extendiendo mi mano.

-hola Auron, soy Luzu, es un gusto conocerte. -dije con una cálida sonrisa, al instante él se me quedo viendo mientras nuestras manos daban un apretón, se sentía como tocar una nube, ya que sus manos eran suaves y se sentían delicadas.

-el gusto es mío, Luzu...-al instante sentí mi corazón latir con fuerza, escuchar mi nombre salir de sus labios era increíble.

-ya que nos conocemos, quien se quedara a Auron?. -hablo Rubius mientras posaba su brazo sobre los hombros de Auron.

-hazte a un lado calvo, no soy algo con lo que se puedan quedar. -dijo Auron en broma mientras trataba de quitar a Rubén.

-el único que es estable tanto mental, como económicamente es Luzu, así que digo que es mejor que Auron se quede un tiempo con él. -hablo Vegetta al considerar que vive en una pequeña cueva.

-por mí no hay ningún problema. -hablo Auron, separándose un poco de Rubius para mirarme. -...estas bien con que me quede en tu casa?...-pregunto al notar que aún no había opinado sobre eso.

-claro que está bien, déjame ayudarte con tus maletas. -hable mientras me acercaba a él, para tomar una de sus maletas cuando nos vayamos.

Hablamos unas cuantas horas, hasta que todos nos despedimos y cada uno se fue a su casa, yo hablaba con Auron mientras subíamos mis escaleras, él reía y observaba todo con atención, al parecer le estaba gustando este pueblo, al llegar a mi casa abrí la puerta y al instante Auron cayó al suelo.