👑TWO PRINCES👑 • Rubegetta / Luzuplay • //

👑💜THREE💛👑

– ¿Entonces de que se trata? – pregunto Samuel acercándose a Borja para poder escucharle mejor.

– ¿Tengo que repetírtelo? – cuestionó Borja rodando sus ojos con algo de fastidio.

El príncipe de Greenstone había viajado por unos días a Karmaland sin más compañía que sus guardias, siguiendo al pie de la letra lo escrito en el acuerdo de matrimonio, para que mantuvieran constante contacto con Samuel y forjar, de a poco, una complicidad entre ambos príncipes y así en un futuro, fuera mucho más agradable el que gobernaran juntos un reino.

Ambos se encontraban en la biblioteca del castillo de los De Luque, conversando sobre algo que, sin saberlo, tenía a los dos sumamente ansiosos, pero sobre todo a Samuel, pues este no entendía absolutamente nada de lo que todo esto se trataba, el tema de los destinados.

– Tu eres el único que puede instruirme en esto, si le digo a mis padres, ellos probablemente...– admitió Samuel poniéndose un poco nervioso y omitiendo decir lo que seguía.

Ambos sabían lo peligroso que era que sus padres se enterasen de que alguien en el reino era su Omega destinado, quizás podrían hacerlo desaparecer, y aquello no le había especial gracia al príncipe de orbes amatistas.

Borja compartía el mismo miedo con respecto a Raúl, si sus padres se enteraban era bastante probable que sacaran al Omega del castillo.

– ¿Que fue lo que te dijo con exactitud? – pregunto Borja apoyándose en el respaldo de aquella elegante silla.

A pesar de tener solo 14 años, Borja Luzuriaga siempre inspiraba mucha más madurez de la que contaba, al contrario de Samuel, quien antes de razonar, utilizaba su instinto trayendo con eso muchos problemas como príncipe de Karmaland.

– Que yo era su destinado o algo así... – respondió Samuel a la pregunta de su compañero.

– ¿Y tu que respondiste? – preguntó nuevamente Luzuriaga sin moverse de su posición.

– ¿Que iba a hacer?, Sólo me disculpé y volví corriendo – relató avergonzado De Luque.

Borja en ese momento agachó la cabeza con un tono de molestia tomando el puente de su nariz para evitar golpear al heredero de Karmaland.

– Tu eres tontísimo, ¿Cómo vas a hacer eso? – preguntó Borja observándolo.

– No lo sé, supongo que entré en pánico – admitió Samuel agachando la cabeza.

– ¿No crees que tu Omega pudo haberse sentido mal por ello?, Deberías disculparte – le regaño el de cabellos castaños.

Samuel sabía que no lo había hecho del todo bien con Rubén aquel día, pero tampoco podía hacer mucho si simplemente usaban esos términos desconocidos para él y de un tema que sin duda no conocía para nada, había colapsado por información y le sentía mal ahora el haber escapado de esa forma.

Borja de cierta forma entendía a Samuel, ya que luego de que él descubriera que Raúl era su destinado, no había hablado nuevamente con el, sobre todo porque el Omega lo evitó por los siguientes cinco días haciendo imposible el poder hablar con el.

Sabía que tenía tanto miedo como lo tenía él.

– ¿Entonces que quieres saber? – pregunto Borja inclinándose de nueva cuenta sobre el extenso escritorio, descansando su cabeza sobre sus manos.

– Todo, ¿Qué es todo esto de mi Omega destinado? – imitó a su elocuente, prestando especial atención a su explicación.

Borja comenzó con su narración lo más sencillo que pudo.