Capitulo 236: ¡Un perro se tragó la comida!

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Bai Luoyin estiró su pierna fuera de la cobija y la puso sobre la mano de Gu Yang, misma que se encontraba descansando en la cama. Entonces, cuando Gu Yang estaba distraído, Bai Luoyin usó su pie para firmemente pellizcarle la piel del dorso de la mano. Los labios de Gu Yang se tensaron en el cigarrillo que colgaba de la comisura de la boca. Él quería sujetarle el tobillo y mantenerlo así para que no pudiera meterlo de vuelta bajo la cobija. 

Con el habitual temperamento de Gu Yang, sin mencionar a quien se atreviera a tocarlo, si alguien osase tocar su mano con el pie, esta persona podría esperar perder dicha extremidad. Pero hoy, esto no tenía precedentes. Cuando Bai Luoyin usó su pie para pellizcarle la mano, no solo no se enfadó, sino que incluso mostró una sonrisa tonta ante el moretón que apareció en el dorso de su mano. 

La mente de Gu Yang evocó la imagen de los intimidantes ojos de Bai Luoyin cuando este le pidió fuego mientras estaban en el helicóptero.

Habían pasado ocho años y justo como Gu Yang lo preveía, si esta persona no desaparece, su deslumbrante resplandor  era inevitablemente un paisaje para contemplar. 

Gu Yang entró a la cocina y se comió el almuerzo que Gu Hai había preparado meticulosamente. Se limpió la boca y salió de la casa con una mirada indiferente.

No fue hasta que escuchó la puerta cerrarse que Bai Luoyin abrió los ojos.

*/¿Se fue? ¿Ni siquiera me dijo nada y se fue?/*

Bai Luoyin se sentó y miró su reloj. Ya pasaban de las 2 de la tarde. Necesitaba levantarse y alistarse para regresar a casa y ver a su papá ya que las vacaciones de 30 días estaban por terminar en solo dos días. Si no lo hacía, la próxima vez que regresar, su papá inevitablemente lo regañaría por no ir. 

Después de que se bañó, se apresuró hasta la cocina. Antes, cuando Gu Yang estaba comiendo, él ya había olido el delicioso aroma de la comida. Pero él pensó que más bien era Gu Hai quien se encontraba comiendo solo. Inesperadamente, cuando abrió la puerta, estaba vacía. Solo había dos platos y un tazón vacíos sobre la mesa, ni siquiera quedaba sopa. 

Bai Luoyin no pudo evitar tragar amargamente. */Gu Hai, ¡eres tan cruel! Solo pellizqué un poco el dorso de tu mano ¿y tú ni siquiera me guardas comida?/*

En la tarde, cuando Bai Luoyin se dirigió a casa, se encontró con una congestión de automóviles. Por lo tanto, tuvo que tomar un gran desvió y sucedió que cruzó su camino con Yang Meng, quien patrullaba las calles en el coche de policía. Bai Luoyin sonó el claxon y Yang Meng estaba por presumir su autoridad. */¿Quién demonios se atreve a bloquear mi coche de policía?/* Sin embargo, cuando vio la brillante palabra ‘militar’ en la placa del coche, Yang Meng jadeó. Miró la atractiva cara detrás del parabrisas y su cara se relajó de inmediato.

Bai Luoyin bajó de su coche, se agachó y se recargó contra la ventanilla del automóvil de Yang Meng, “¿Ya estás patrullando tan temprano?”

Yang Meng movió su cabeza y miró a Bai Luoyin, “¡Ahora estoy buscando un celular perdido!”

“Eres un policía tan competente, ¿incluso te preocupas por los celulares perdidos de las personas?”

“¡¿Qué?!” Yang Meng mostró una lamentable expresión, “¡Perdí mi propio celular!”

Bai Luoyin avergonzado se aclaró la garganta, “¿Cómo perdiste tu propio celular?”

Are You Addicted (Volumen II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora