"El Proyecto"

" Ensalada y Azúcar"

Lena Luthor caminaba con prisa sobre la acera. Apenas había salido de su edificio y ya el calor que le provocaba el sol le exasperaba. LCorp podría ser el emporio más grande del mundo, y ella la CEO más inteligente y hermosa, pero ni ese poder ni esa belleza podían con el tráfico que se extendía por kilómetros fuera de su edificio.

Eran las 12 del día, muchos empleados salían a comer a esas horas, los edificios de ejecutivos y del gobierno quedaban semi vacíos. Los empleados y ejecutivos llenaban los restaurantes, carritos de comida rápida y cafeterías que hubiera alrededor. Desgraciadamente para la gran CEO, Lena Luthor, ese día hubo un hackeo masivo en su red interna, así que se tuvieron que apagar los sistemas por seguridad y hasta que el Jefe del departamento de informática no le asegurará que todo estaba en orden, no podría continuar con su trabajo.

Había decidido darle el día a su secretaria desde las 10 de la mañana, al igual que les dio el día a muchos de sus empleados. Sin una red segura, los empleados no podrían avanzar en sus tareas diarias, y no quería gente ociosa paseándose entre los pasillos.

Su dilema ahora, es que, por muy trivial que pareciera, no sabía dónde ir a comer.

Siempre ha dependido en sus labores de oficina de su Secretaria, y eso incluía hacer reservaciones a comer o pedir para llevar. Pero hoy aprendió que depender mucho de alguien, puede dejarla sin su almuerzo.

Estaba molesta, acalorada y deseosa de cortar cabezas. Encontraría al culpable de ese hackeo y lo haría pagar caro.

Sabía que al ser una empresa multinacional y con sede principal en Nacional City, la hacia objetivo de rufianes. - La codicia.- se decía ella misma.- Quieren lo que es mío.- se repetía como mantra.

Seguía caminando en la acera, sus tacones negros sonaban a cada paso que daba, rápido pero elegante, su cuerpo lucía una falda de tubo negra, larga hasta las pantorrillas, una blusa de color rojo con un ligero escote y un saco que encajaba muy bien moldeando su cintura y sus pechos. Su piel blanca, sus cabellos negros recogidos en un chongo, su mirada altiva con esos ojos esmeralda que hacían temblar a cualquiera que los mirara. Lena Luthor era indudablemente, una mujer con poder y belleza. Sus 29 años le sentaban totalmente bien.

Frank, su chófer, le había explicado minutos antes que calles adelante del edificio de LCorp había ocurrido un accidente de autos, tres de ellos para ser exactos, por lo cual veía pocas posibilidades de que la trasladará en auto a algún restaurante cercano.

-¡Maldita sea! - grito la CEO, algunos transeúntes que pasaron junto a ella la miraron fugazmente y siguieron su paso. Lena estaba molesta, buscaba con la mirada algún lugar donde ir a comer o por lo menos beber algo para ese calor infernal que la agobiaba, pero a cada paso que daba, notaba multitud de comensales en los diferentes lugares a los que llegaba, y no estaba de humor para estar rodeada de tanta gente.

Se detuvo entonces en la entrada de un callejón, se tocó por instinto la frente, un dolor de cabeza se avecinaba y estaba harta de seguir caminando, cerro los ojos tratando de lidiar con la inminente migraña.

Solo habían pasado 15 minutos pero los problemas en su empresa, el calor y caminar le habían menguado las ganas de seguir.

- Disculpe, ¿Se encuentra bien?.- Una voz femenina y suave la saco de sus cavilaciones, se enderezó a mirar quien se dirigía a ella y miro a una chica joven, de cabellos negros sueltos, no muy alta, delgada, vestida casualmente, con zapatos deportivos y con un delantal que decía " Danvers Khafe", Lena movió la cabeza negando.

- No, todo está bien, solo es este infernal calor.- Con total molestia, y agitando su mano como si con ello pudiera minimizar su calor, la CEO miro a la chica, la cual no se alejó de los dos metros que las separaban. Entonces la chica le sonrió y le dirigió unas palabras.