Nuevo Comienzo

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Ahora tengo 18 años, ha pasado mucho desde la última vez que escribí el último capítulo. Sin embargo, aquí estoy. He pasado por mucho, me he visto obligada a enfrentar el pasado, vivir el ahora y pensar en el futuro.

Termine la secundaria, me gradué con honores, encontré el amor hace cuatro años, tuve el valor para enfrentar a mi familia y defender lo que sentía, entre en tratamiento psicológico y psiquiátrico, descubrí lo que realmente quiero estudiar y a que me quiero dedicar, cambie mis hábitos, me arme de esperanza, sueños y mucho amor.

Me enamoré, encontré el apoyo que tanto estaba buscando. Abrí mi corazón a una persona muy sensible, paciente, amorosa, con un pasado lleno de circunstancias que forjaron un carácter fuerte, con muchas virtudes y sueños que ahora comparte conmigo. Por esa persona fui capaz de enfrentar a mi familia, defender lo que sentía, vivir como quería, porque decidí ser feliz.

Gracias a esa persona me di cuenta que necesitaba ayuda psicólogica, estaba perdiendo una batalla contra mi propia mente, me estaba dando por vencida y llegando a mis propios límites, debo confesar que mi estrecha relación con la depresión provocó muchos problemas, dejó cicatrices y miedos, sin embargo, no fue suficiente y tuve que acudir a un psiquiatra, el cual me diagnóstico un trastorno llamado distimia, el cual se desencadenó por mis sucesos en la niñez. Fue de mucha ayuda el acompañamiento que tuve, la fuerza de voluntad y los medicamentos que recibí.

Mi mamá en algún momento de su vida ejerció la hermosa profesión de enfermería, así que despertó en mi esa grandiosa pasión de estar al pendiente del otro, ser la cuidadora durante la recuperación y permanencia de un paciente en una institución, poder ayudar en la sanación de las personas físicamente, así como lo hacen los psicólogos en la sanación del alma.

Cambie mi relación con las personas que conviven conmigo, ahora me la llevo mucho mejor, trato de que todo este en calma para tener una buena salud mental. Mi madrastra, la esposa de mi papá, ha cambiado, yo he cambiado, y todo ha sido para mejor. Pienso en mi tranquilidad, me preocupo más por mi y no tanto por lo que los demás hagan o digan. Honestamente todo ha mejorado, en algún momento debía pasar, porque no hay mal que dure cien años.

Erradique los pensamientos negativos, los sentimientos negativos y me llene de positivismo y posibilidades de poder ser feliz con quien soy, con lo que ahora tengo, y con lo que perdí en algún momento. Después de casi tres años de no escribir, para poder sanar, vuelvo a hacerlo, solo que ahora con amor en mi corazón. En mis tiempos difíciles escribí muchas cosas, pensamientos que solo llegaban a mi cabeza y que los replicaba en lo que escribía. Quiero compartir aquí algunos pensamientos, se que mostrarán el cambio al momento de leer, los sentimientos que ahora transmito están llenos de calma y tranquilidad.


-Cada día es más difícil.                          (Madre)Where stories live. Discover now