-Cada día es más difícil. (Madre)

La triste realidad.

Yo no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba sucediendo a mi alrededor.

A mi abuelita paterna la empecé a llamar madre y ya con esto todos se dieron cuenta de los efectos que causaba no tenerla a mi lado, no sentir su calor.

Mi padre después de esperar unos años luego de la muerte de su adorada esposa, específicamente dos años después de su a partida, empezó a buscar su remplazo, se consiguió a una serie de señoras que realmente no me querían, pero ellas le hacían creer a mi padre que yo les importaba mucho.
En una ocasión una señora (la novia de mi padre) el día de mi cumpleaños me llevo una bolsa llena de bombones, chocolates, etc. En ese momento pensé que verdaderamente me quería pero no era así, que ingenua fui. Esa noche tuve un terrible dolor de estómago, la pase muy mal gracias a la pretendiente de mi padre.

Esas señoras eran HIPÓCRITAS, en mi niñez no había conocido el significa de esa palabra tan enorme, hasta que esas señoras habían llegado a mi vida a terminar de dañar mi estúpida niñez, pero algunos nacen estrellas y otros estrellados.

Mi padre empezó a alejarse de mi, pero no me importaba mucho porque a mi lado tenía el respaldo de mi abuelita que era mi ángel guardián.

Aunque puedo destacar a una chica que para nada era Hipócrita, ella amaba a mi papá y se le notaba que me quería, además ella en ningún momento intento comprar mi cariño, a comparación de las otras señoras que solo pretendían hacerle creer a mi padre que alguna de ellas iba a ser una muy buena mamá para mí. La familia no estaba de acuerdo con la actitud de mi padre, por ese afán de conseguir un remplazo para mi difunta madre.

Mi padre me llevaba a visitarlas, eso era aburridor.
Pero disfrutaba ir a visitar a la única chica que me caía superior bien, ella era genial, aunque casi no hablaba con ella se veía que me quería, y ese cariño era sincero, mi padre se sentaba al lado de ella en los muebles que se encontraban enfrente de mi, lo único que yo hacia era observarla y decir en mi mente lo que me gustaba de ella, por ejemplo que tenia muy bonitos ojos.

Esa relación no duro mucho tiempo, mi padre en ese momento no pensó en mi, ni en mi futuro, él fue egoísta y se separo de ella, sólo puedo decir que fue un hombre arrogante.

Ella se marchó a España a buscar un mejor futuro, olvidándose de ese hombre que la desilusionó.

Para ese entonces yo ya era más grande, no sólo en estatura si no en conocimiento, y cree una cuenta en una red social y pude estar nuevamente en comunicación con ella.