Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 219: Aventurándose en el camino de las citas a ciegas

Después de que terminara la reunión en la tarde, por fin recibió una llamada de ella.

“Presidente Gu, estoy de vuelta.”

Gu Hai secretamente se sintió aliviado, por fin regresó.

“Acabo de regresar solo para verte por un momento, ya que me iré de nuevo.”

Gu Hai frunció ligeramente sus cejas. Sintió que su tono era un poco extraño.

“¿Pasó algo?”

La voz de Yan Yajing se ahogó abruptamente, “Gu Hai, ¿podrías bajar? No quiero entrar así a la compañía. Estoy en la entrada, necesito regresar a Qingdao después de decirte algunas palabras.”

“Está bien, espérame, ahora bajo.”

Cuando Gu Hai fue a la entrada, la vio parada ahí mostrando unos hinchados y enrojecidos ojos repletos de lágrimas. No la había visto en unos pocos días, y sin embargo toda su persona parecía inmensamente descuidada.

“¿Qué sucedió?”

Yan Yajing le abrazó, colocando la cabeza contra su pecho mientras sus lágrimas caían.

“Mi mamá ha sido diagnosticada con un avanzado cáncer de pulmón. El doctor dice que no podrá vivir más de seis meses, y que... uaaaaaaa.....”

La expresión de Gu Hai era solemne, “No te preocupes, continúa con el tratamiento, o si no, puedes transferirla para que tenga reciba atención en el extranjero. Conozco a algunos médicos expertos fuera del país, puedo ayudarte a contactarlos.” 

Yan Yajing seguía llorando y no habló.

El coche de Bai Luoyin acababa de llegar, en cuanto estaba por bajar se encontró con esta escena. Su corazón saltó ligeramente. No se sentía bien. Aunque hacía mucho que había aceptado esta realidad, pero lo que está en la mente a comparación de verlo personalmente, las dos cosas eran muy distintas.

La mano de Gu Hai seguía dándole palmadas en el hombro a Yan Yajing cuando escuchó una amable advertencia desde sus espaldas.

“¿Cómo se llama a alguien cuando se es muy íntimo justo frente a la entrada de una compañía? Como sea, eres el presidente, y no necesitas poner atención a tu imagen.”

El brazo de Gu Hai se tensó. Se dio la vuelta y vio la mano de Bai Luoyin apoyando su propia barbilla mientras se recargaba contra el marco de la ventanilla del coche. Él le miraba con interés.

“¿Por qué has venido?” Gu Hai se acercó para preguntar.

Bai Luoyin le entregó el contrato, “Te estaba buscando para que lo firmes.”

“Oh, entonces puedes venir a mi oficina. Podemos charlar lentamente.”

“No es necesario, puedes simplemente firmarlo aquí. No tengo tiempo para charlar contigo.” Después de hablar le ofreció una pluma.

Si Yan Yajing no estuviera aquí, Gu Hai definitivamente lo habría hartado y llevado a su oficina. Sin embargo, había una empleada llorando justo a su lado, por lo tanto, no pudo obligarle a quedarse.

Después de firmar, le dio una de las copias a Bai Luoyin. Sus dedos tocaron el marco de la ventana del coche y preguntó débilmente, “Al vernos así, ¿no estás celosos?” 

Bai Luoyin replicó, “¿Por qué necesito estar celoso?”

La boca de Gu Hai albergó una maliciosa sonrisa, “¿Por qué no te presento a alguien? Mi compañía tiene muchísimas bellezas. Técnicamente eres mi hermano mayor y viendo que aún eres un soltero, como tu hermano menor, no tengo el corazón para soportarlo.”

Bai Luoyin le dio una mirada bastante asesina, ¿Quieres provocarme? ¡No seré engañado!

En su camino de vuelta, Bai Luoyin miró el contrato. Cuando comparó su firma con la de Gu Hai, esta era exactamente la misma escritura. Si hubiera sabido que esta era el tipo de letra para su firma, simplemente la habría firmado yo, ¡no había necesidad de perder todo este tiempo!

Bai Luoyin lanzó el contrato sobre el asiento de pasajeros y sacó el teléfono.

“¿Luoyin?” respondió Jiang Yuan.

Bai Luoyin tomó una profunda respiración, “¡Dame la información de contacto de esa chica!”

La voz de Jiang Yuan era sombría pero una vez que escuchó estas palabras, de inmediato se llenó de emoción.

“¿Al fin lo has pensado? ¿Quieres conocerla? ¡Esto es maravilloso! Mamá te enviará la información inmediatamente. Si te sientes avergonzado de tomar la iniciativa para contactarla, mamá te ayudará en arreglarlo.”

Al bajar su celular, Jiang Yuan llamó emocionada a Gu Wei Ting.

“Lao Gu, ¡cuando tengas tiempo, llama al supervisor de Bai Luoyin y pídele que le dé un día de licencia!”

Gu Wei Ting estaba un poco infeliz, “La licencia de un soldado no es para que uno vaya y diga que se conceda y enseguida se da. Tiene que pasar por múltiples capaz de revisión y aprobación. Ya que no lo entiendes, no intervengas en estas cosas.”

El entusiasmo de Jiang Yuan era infinito, “Nuestro Luoyin ha sido iluminado. ¡Por fin quiere ir a una cita a ciegas!” 

Hubo un largo silencio, “.... Haré los arreglos. No necesitas molestarte con ello.”

Al bajar el teléfono, la boca de Jiang Yuan era incapaz de cerrarse por la felicidad.