♡ 21 ♡

110 23 3
                                    

OKSANA.
30 de Marzo 2025.
-¿No te es suficiente con dos depósitos a la semana?- Le pregunto al doctor.

-No.- Dice.

-La última vez que comprobé las ganancias de la clínica habían bajado.- Dice Dimitri.

-Sí, es cierto.- Responde Kenn.

-¿Entonces cómo puede ser posible que se acumule tan rápido?- Pregunto.

-Hace semanas que nadie viene a buscar el dinero.- Dice. -Ni Jacko, ni Bryan.

-Apartir de ahora, todos los días iran a ver el dinero.- Les digo a los dos.

-¿Todos?- Dice Jacko con pereza.

-Sí.- Le dice su papá con firmeza.

-Okay, Alek, necesitamos nuevos proveedores, los mexicanos ya no van a trabajar con nosotros.- Digo. -Mañana te reunirás a las nueve en Spuchnet con Don Emilio de Colombia.

-Oído, jefa.- Dice este.

-Algo me dice que estás contenta con como acabaron las cosas.- Dice mi tío.

Bienvenidos a la nueva era!- Digo mirando a Bryan a los ojos cuando digo lo de nueva era. -Los boris los tienen cogidos por los cojones, así que, o se adaptan, o se adaptan. ¿Entendido?

Todos asienten.

-Perfecto, porque ahora yo debería estar en otro lugar.- Digo.

-Oh, mira, mira...- Dice mi tío.

-No creerás que estoy así de arreglada solo para venir a hablar con ustedes, panda estúpidos.- Digo. -Se terminó la charla por hoy.

Todos salen menos Bryan, quien se queda sentado mirándome con una sonrisa llena de enojo en el fondo.

-¿Qué me miras?- Digo con los brazos cruzados.

-Te vas a ver con el italiano, ¿no?- Dice.

-Eres el menos indicado para hablar.- Digo. -Te recuerdo a Alejandra? Noemí? Germ? Y seguro hay más a las que no conozco. ¿Qué te pasó, Bryan?- Le pregunto. -Dime, ¿qué me faltó?

-Mi amor...- Se para. -¿Quieres el divorcio? ¿Lo amas a él?

-¡No es eso, Bryan!- Digo. -Pero tú cambiaste mucho, me fallaste tantas veces que a veces dudo si realmente estabas enamorado o fui puro capricho.

•••

OKSANA.
2 de Abril 2025.
-Ahí está esa arpía.- Dice Aleksia.

-Hola, Noemí.- Digo amablemente.

-Traeme un café.- Dice.

-Maldita grosera.- Susurro mientras hago lo que me pide.

-¿Cómo está todo por aquí?- Oigo la campanita de la puerta.

-¿No vas a saludar a la madre de tu hijo?- Le digo a Bryan.

Él mira a la chica, quien inmediatamente sonríe al verlo, y me vuelve a mirar a mí.

-No tengo tiempo para eso.- Me dice en un perfecto ruso.

-¿Fueron a hacer lo que les pedí?- Pregunto.

-Oksy, no... No pudimos abrir la cuenta en el banco por no sé qué error.- Dice Jacko.

-Los bancos llevan abiertos hace como cuatro horas, ¿y recién me vienen a decir esto?- Digo. -Bryan, ven a mi despacho.

Caminamos hasta dicho lugar y cierro la puerta.

-Bryan, por favor, colabora.- Le pido.

-Tenemos que acabar con ellos y volver a los viejos tiempos.- Dice.

-¿En los que yo trabajaba para ti?- Digo.

-Trabajábamos bien.- Dice.

-Pero yo trabajaba para ti.- Digo dándome la vuelta para agarrar unos papeles de mi escritorio.

-¿Sabes qué más trabajábamos?- Dice pegándose a mí por detrás. -¿Sigues con el italianito ese?

-No es tu problema.- Digo dándome la vuelta.

-Adriano no te conviene.- Dice.

-¿Y tú sí?- Río.

-Si ese escritorio hablase...- Dice.

-Diría que solo duras treinta segundos...- Digo. -O menos.

-Lo extrañas.- Dice.

-No, tú lo extrañas.- Le digo. -Pero se acabó, Bryan, el dinero no se va a blanquear solo.

Intento irme pero él me agarra y me da un beso.

-Te amo, mami.

-Quítate.- Río y me voy.

•••

-Pensé en que podríamos abrir más clínicas.- Dice. -Y quiero que tú lideres el proyecto, no tu tío, ni tu hermano.

-Rosemary, creo que te estás excediendo.- Digo mientras tomamos ron. -Movemos mucha cocaína, heroína, marihuana, MDMA y oxicodona... Aparte tenemos muchos prostíbulos repartidos por toda Europa y Latinoamerica, y el trafico de armas tambien nos da excelentes ingresos.- Recuento. -¿Para qué quieres más clínicas?

-Las clínicas son legales, la oxicodona también.- Dice. -Y ahora que los mexicanos dejaron de ser nuestros proveedores de cocaína, tenemos que recuperar todo ese dinero perdido con algo legal hasta que consigamos nuevos proveedores.

-Okay, me parece perfecto.- Le digo. -Pero tengo una condición.

-A ver.

-Quiero que mis chicas queden fuera de to' esto, algunas han estado en la cárcel y lo menos que quiero es que vuelvan.- Digo. -Es mi última palabra.

Se queda pensativa y asiente.

-Me gustas mucho.- Asiente. -Luchas por lo que quieres. -Dice. -Y aunque los demás no quieran aceptarlo, tú llevas la corona.

Sonrío.

-Tienes que demostrarles a los hombres Volkov que tú puedes ser la jefa, no te respetan.- Dice. -Yo crecí rodeada de puras mujeres, me criaron mi mamá y mis otras dos hermanas mayores, el único hombre era Cairo y en esa época era el menor. Ellas me enseñaron que las mujeres son mejores líderes que muchos hombres.- Se levanta. -Vamos a enseñarles quién es la verdadera jefa.

OKSANA: La apuesta. ('VOLKOV' #1)Where stories live. Discover now