S E C R E T O S | JK | T E R M I N A D A

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Había pasado toda la tarde en la biblioteca, esta no era la misma sin su chico, sin los besos que él siempre le robaba a medida que se encontraban en los pasillos o en el altillo en el turno de descanso.

También ya estaba extrañando los pequeños gritos de la señora Yuri, cuando los mandaba a los dos a hacer cosas diferentes por más de que no se encontrarán y no andarán de calenturientos.

Esa misma tarde ella había cerrado la biblioteca, se había hecho cargo de esta todo el día y así lo tenía que hacer durante varios días.

Había llegado una notificación al celular de JungKook, el pelinegro le había dado la contraseña del celular a ella cada vez que tenía que desbloquearlo y digamos que no era tan difícil de olvidar, pero aun así el chico se la había anotado en un papel para que ella lo recuerde si por casualidad se le olvida.

Ella vio la pantalla del celular y era un mensaje de su novio, ella se sentó en la cama del suelo y sonrió como una colegiala enamorada al ver el mensaje.

- Hola amor ¿Cómo estás?

Su sonrisa se hizo aún más grande al ver que JungKook había usado ese apodo tan peculiar, ellos no eran de decirse "amor" u otros apodos más cariñosos como ese y ahora que él le escribiera así era sentir una calidez inmensa en su interior.

- Hola bien ¿Y tú? ¿Cómo está Hoseok o tu tía?

Dejo el celular a un lado y comenzó a buscar un poco de ropa para darse una ducha, y sin más ya poder ir a acostarse.

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Sn: mamá, va a estar mejor...

Yr: ¡Hija a tu hermana le dieron dos días de vida! ¿Cómo piensas que va a estar mejor?

La señora Yuri estaba alterada, es que no era lindo ver a tu propia hija morir en una camilla de hospital, ella siempre pensaba que sus hijas la iban a enterrar, nunca pensó que iba a hacer al revés, como ahora.

Nunca pensó que ella propia iba a ver a su hija menor crecer, verla graduarse, verla tener su novio, luego ese ser su esposo, luego ver como ella le daba un nieto, y ahora, ahora verla en una camilla de hospital.

Literalmente agonizando, viendo como ya le costaba respirar; viendo cada mueca de dolor que ella expresaba con tan solo hacer un mínimo esfuerzo, ella nunca pensó estar viendo a su hija irse de apoco y con mucho sufrimiento.

Jk: ¡Abuela basta!

Yr:JungKook entiéndeme...

Jk: Si quieres que te entienda, pues ponte en lugar de Hoseok y entiéndelo, tú no eres la única que está mal, el seguro está peor que tú...

Y el chico tenía razón, hoseok estaba cada día peor, se había enterado sobre lo de su madre, él había pasado todo el tiempo posible que podía pasar, aunque siempre los doctores le decían que ya no podía estar más en esa habitación.

Yr: JungKook...

Jk: Nada abuela, fíjate antes tus nietos, la tía está mal, si, pero hoseok está peor al ver como su propia madre muere en esa puta camilla-sin más el chico comenzó a subir las escaleras y encerrarse en la habitación la cual compartía con su madre-

- Hola bien ¿Y tú? ¿Cómo está hoseok o tu tía?

Leyó el mensaje de la chica e inconscientemente se le formó una hermosa sonrisa en su rostro y olvido por completo del porqué su mal humor.

Pero no dejo ver tal detalle, ella no le devolvió el apodo ¿Acaso no le gustaban esos apodos? ¿Acaso fue muy apresurado?

Jk: Que tonto fuiste JungKook...

Se regañó a sí mismo.

Sabía que un no le podía llamarla así o tratar de ver si ella le decía así, pero se equivocó, fue tan estúpido pensar así.

-¿Fue muy rápido?