ch. 011

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CHAPTER ELEVEN

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CHAPTER ELEVEN























Con su madre dentro de sus aposentos y ella debiendo de mantener su lejanía para no hacerla estresar, Rhaelle era quién se estaba esforzando porque la única joven dragón sea instruida sabiamente ante los temas importantes del Reino. Especialmente sobre aquellos asuntos que involucran a las demás casas y sus enormes egos. A Vaella no le pareció tan difícil entender eso, pero intentaba mantener una cabeza frívola y expresión armoniosa mientras conversaba con cada hombre, mujer, niño y niña que atravesaban sus caminos con aires de grandeza.

Todos y cada uno de ellos no hacían más que alardear de la amistad de sus casas con la de los dragones, haciéndola preguntarse si aquello que decían había erradicado la verdad de tantas guerras y pequeñas rebeliones que siempre fueron repelidas por los Reyes dragones. Claro, era en esos segundos cuando el orgullo se les olvidaba y recordaban cuán pequeños son realmente ante ellos. Pero Vaella no podía hacerlos sentir menos, tocar sus orgullos siendo una mujer era algo de lo que estaba privada de realizar, y su tía Rhaella lo dejó en claro. 

«Los hombres podrán menospreciar y tratarte como si no fueras más que un trapo sucio que desechan cuando menos lo esperas» le había dicho, haciéndole casi caer en cuenta de cuán patético era el mundo en el que vivían. «Pero que nunca pase por tu cabecita hacer algo como eso a uno de ellos, no hay nada peor para el Reino y sus monarcas que un hombre con el orgullo herido por una mujer» y a veces detestaba pensar en que tenía tanta razón.

Mientras caminaba e intentaba mantener la serenidad que era requerida en esos momentos, comenzó a preguntarse si en verdad nació para ser gobernante. Si debía ser honesta, no imaginaba poder soportar comentarios de ese tipo provenir de esos hombres, que poco interés tenían por proteger al prójimo e intentar mantener a sus pueblerinos felices. Todos intentaban aparentar algo ante ellos que no eran cuando estaban en la comodidad de sus hogares, rodeados por riquezas, comidas y haciendo la vista gorda cuando sucedían las desgracias para aquellos de clase baja.

Aunque no sabía si nació para ser gobernante, sabía que no permitiría que eso continúe sucediendo después de que Rhaegar y ella asumiera el control de los Siete Reinos. 

«Protector del Reino» eso debe significar algo. Debe ser importante si Aegon el Conquistador unificó los Siete Reinos con tal de acabar las injusticias de los de clase más baja. Si él fue coronado como Rey por su cometido, la lucha debió haber seguido después de su muerte. Pero Vaella comprendía cuán fácilmente se olvidan algunas cosas y cuán grande se hacen las cabezas con una corona tan pesada como aquella. 

Su padre era un claro ejemplo de ello, si debía ser honesta. Empezó a notarlo cuando de sus aposentos salió una mujerzuela que pronto su madre expulsó de su corte, tal cuál con Joanna Lannister, la esposa de Tywin y madre de Jason, Joanne, Jaime y Cersei. Todos esos leones que tenían aires de grandeza (aunque quizá debiera quitar de esa mención a Jason), deban ser puestos en sus lugares, sobretodo cuando sus lenguas se pasaban de arrogancia ante ella.

dynasty.     rhaegar targaryen.Where stories live. Discover now