Alan (probablemente): *Pone una sonrisa psicótica*. Parece que no conocés quien te salvó del suicidó.
Jair: *Se queda mirando a los ojos perdidos de Alan*. Hijo de... Eres otra vez tu, parece que de 32 opciones... Se aparece Oscar.
Oscar: Parece que me conoces aún bien. *No muestra ninguna expresión*.
Jair: Como olvidar al hijo de puta que manipula a cualquiera que se cruza enfrente de el. *Apretando la quijada, muy furioso se voltea*.
Oscar: *Furioso*. Cada vez este cuerpo de mierda es más débil.
Jair: *Voltea rápidamente a ver a Óscar y lo toma fuerte del brazo*. No se te ocurra sobrepasarte nuevamente con Alan, la última vez no se movió en 3 días.
*Al percatarse Ana de la acción de Jair se acerca a su mesa*.
Ana: *Con una sonrisa directa a Jair*. Está todo bien?.
Alan: *Suelta un gruñido como si fuera una bestia y sin decir nada voltea a ver a la ventana*.
Jair: *Intenta pasar de sapercivido a Óscar*. Si, ¿Por qué ?.
Ana: *Un poco sacada de contexto*. ¿Que tienes A...
Jair: *Interrumpe a Ana*. No... No está de buenas.
Ana: *Aún más sacada de contexto*. ¿Por qué ?, ¿Todo está bien?. *intenta tomar de la mano a Alan*.
Oscar: *Automáticamente antes de sentir el contacto de Ana golpea su mano haciéndola a un lado*. No te metas. De nuevo.
Ana: *Enojada*. Sigues siendo una mierda y así morirás, maldito inútil de mierda.
Oscar: *Saca unos airpods de su mochila para ignorar a Ana*. Espero esto aleje las malas compañías. *Refiriéndose a Ana y Jair*.
Jair: *Enojado con la actitud de Oscar*. Ey, puedes relajarte un poco Alan.
Oscar: *Furioso, pone fuerza en la quijada*. M-me dijiste... Alan.
Jair: *Intentando pasar de sapercivido a Oscar*. Si, ¿así te llamas no?.
Oscar: *Suelta una sonrisa un tanto demoníaca, entendiendo la indirecta que soltó Jair*. Es obvio que me llamo Alan.
Ana: *Toma de la mano a Oscar*. ¿Que tienes todo bien?.
Oscar: *Más enojado que nunca*. S-si, todo de puta madre.
Ana: *Suelta la mano de Oscar*. ¿Puedo hablar con Alan, Jair?.
Jair: *Un poco nervioso*. Claro adelanté. *Se levanta y le deja vacío el asiento a Ana*.
Ana: *Mira directamente a los ojos a Oscar y nota su pupila rara*. ¿Estás drogado verdad?.
Oscar: *Con rabia no separa la mirada de los ojos de Ana*. Pues fíjate que sucede, que no me tomé unas pastillas importantes y sirven para no moler a personas a golpes. *Suelta una sonrisa de desprecio, falsa y psicótica*.
Ana: *Sin saber que pasa*. ¿Ok, como te llamas?.
Oscar: osc.... Alan
Ana: Espera, espera, espera ¿como dijiste?.
Oscar: *Sin ninguna preocupación*. Oscar, dije Oscar.
Ana: *Sin entender aún*. ¿No te llamas Alan?.
Oscar: *Pone una voz un tanto tenebrosa*. Más vale que te vallas de aquí.
Ana: *Decidida*. Esta vez no me iré asta que me expliques.
Luego de una explicación de más de 1 hora con Oscar.
Ana: *Un tanto revuelta*. Osea en total son 32 personas ay adentro.
Oscar: Así es, de las cuales 5 somos las que más influyen en la mente de Alan.
Ana: *Desconcertada*. ¿Entonces que le pasa a Alan?.
Alan: Nada, no puede pasar mas de que controlen mi cuerpo.
Ana: *Sonríe*. ¿Encerio ahora sí eres Alan?
Alan: *Sonríe*. Claro que sí.
Pasan 2 semanas desde lo sucedido, Ana tiene una bonita amistad con Alan, Jair y Frida, Ana incita a Alan a tomar sus pastillas y hacer las cosas bien.
*Un 15 de septiembre*
Alan: *Sonrojado*. O-oye Ana.
Ana: *Nota que se sonroja Alan*. ¿Si que pasa?.
Alan: *Aún más sonrojado*. ¿Que vas a hacer el 15?.
Ana: *Sonríe*. Pues nada, no tengo nada que hacer; ¿Y tú?.
Alan: Pues pensaba salir a caminar o algo así.
Ana: Gustas venir a mi casa a comer alitas?. *Sonríe*.
Alan: *Sonrojado*. Claro que sí.
Pasan las horas Alan sale de su casa y a los pocos minutos ve a Ana.
Alan: *Sonríe*. Hola.
Ana: *Sonríe*. Hola, ven vamos.
Suben a la casa de Ana, luego de 3 horas platicando y comiendo alitas los padres y hermana de Ana salen y anuncian que tardarán bastante.
Alan: *Sonrojado por estar solo con Ana*. C-creo que me tengo que ir yo también.
Ana: *Lo toma del brazo*. ¿No esperarás a qué lleguen mis papás?.
Alan: *Nervioso*. No creo, dijeron que tardarían mucho y ya es de noche.
Ana: *Ve directamente a los ojos a Alan*. Así es mejor, cuando la luna nos vigilé con su gran brilló.
Alan: *Intenta evadir a Ana*. No es brillo, es el reflejo de la luz del sol sobre la luna.
Ana: *Se acerca cada vez más a los labios de Alan*. Tan solo no hables y déjate llevar.
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las historias eróticas de un adolescente
Randomhistorias eróticas, con amor, sin amor, da igual lo importante aquí es el sexo.