-¡bingo! Te dije que ella era muy posesiva y no me quisiste hacer caso.- ciertamente Alex me había mencionado anteriormente que Sky no era una persona que le agradara simplemente con haber escuchado algunas de nuestras conversaciones mientras estaba molesta ante la mas mínima cosa. –Punto a favor de Poché, hacer enojar a la loca de tu novia.- aplaudió.

Y no era difícil de ver, yo sabía que Sky era insegura en alguna cosas, alguien que podía tener el ego hasta el cielo pero tenía corazón de pollo aunque tampoco me agradaba que me tratase como si fuese una inútil ante las circunstancias que se me presentaban, era algo que me hartaba hasta el punto de estresarme y preferir no hablar con ella por al menos 1 o 2 días.


-En fin Dani, en alguna parte muy profunda de mi corazón me alegro que estas feliz y tranquila aun sabiendo a quien se orillaba aquello, por cierto, ¿Mañana salimos?.- dijo a lo cual solo asentí. –Perfecto, entonces descansa y piensa bien en esa persona que también te afecta aunque te quieras hacer la ciega sordomuda.- dijo donde entendí perfectamente a quien se refería.

Sky... ¿La quería? Si, pero definitivamente no la quería como amaba a Poché y eso era demasiado.

No me culpen, el amor que sentía por ella era muy fuerte para el punto de solucionar todo y estar en un punto de mi ida bueno, después de tanta mierda que se acumulaba por fin estaba bien.

Aproveche para llamarla solo para tratar de ver que todo estuviese bien.

1,2, 3 sonidos de llamada cuando finalmente había contestado con aquel tono que sabía indicaban que estaba triste o enojada.

-Hola.- dijo mientras tomaba valor para tratar de formular una conversación.

-Hola, quería saber cómo te encontrabas.- dije lo más sincera que pude.

-Bien.- contesto secamente.

- Bueno, está bien, escucho que quieres hablar pero a la vez no entonces te llamo cuando estas más tranquila.-

Si existía algo que me molestara era que tomaran una actitud así conmigo cuando no lo merecía y meramente no había hecho nada, me molestaba que fueran groseras en ese aspecto conmigo porque si a esas íbamos yo podía ser mucho peor cuando de defenderme se trataba, no era la primera vez que me hablaba así y aquello comenzaba a molestarme, decidida, colgué el teléfono, no estaría en este patrón repetitivo.

Sabía que era lo siguiente, ella llamando para reclamar porque le colgué ya que aquello le molestaba pero yo no iba a aguantar sus dramas, celos y enojos cuando ya pase por un año de mierda en el que al parecer aquello no le importaba en lo más mínimo, yo no tenía la culpa de que su ex novia jugara torpemente con ella y conmigo no se iba a desquitar.

Ya no dejaría que sabotearan mi corazón.

Y volvíamos a lo mismo donde muchas veces me hacía sentir como si yo no sintiese algo o en el que no me afectaran sus comentarios o simplemente las veces en que decía que era mi culpa por permitir que mis sentimientos afectaran.

Era cierto lo que Alex decía, de alguna manera ella me afectaba tanto negativamente o positivamente donde comenzaba a ponerme estresada, algo que no era nuevo en mí, pero que sabía aquello algún día terminaría, ya no me dedicaba a ver un futuro con alguna persona y si lo llegaba a volver a hacer tal vez estaría segura de la persona.

Había pasado cerca de 1 hora desde que le colgué, cuando volví a recibir una llamada esta vez de mi papá.

-Hola pa, gracias una vez más.-

-Hola ratona! Sabía que estaba bien lo que hacía, un instinto de padre me lo dijo.- sonreí ante aquellas palabras.

Platicábamos de cosas muy superficiales, acerca de sus torneos de golf, del trabajo que tenía e incluso de los guerreros de terracota, cosas en las que reíamos notando que ya daba la 1 am.

-Te escucho mal ratona ¿Qué sucede?.- pregunto ante las cosas muy insignificativas que decía.

-Es Sky pa.- comencé a contarle lo que había sucedido y lo que había sentido no solo hoy si no en los 3 meses que había estado con ella, un patrón que se repetía.

-Querida, si no te hace bien no tiene nada que hacer en tu vida y no porque soy equipo Poché pero ya es hora de que a esa niña se le bajen sus caprichos y sus berrinches porque al final eso es Dani.-

Y soltó la bomba que no esperaba iba a decir.

Terminamos con aquella llamada donde me dejo más tranquila con respecto a ella, sabía lo que tenía que hacer pero también daría la última oportunidad a que ella arreglara así como yo arreglaría en lo que estaba fallando.

Ya no dejaría que jugara a la víctima.





Hola, nos leemos mañana.

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