Una casa en la ruta.(cap.15)

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El viaje fue tan largo que tuvimos que hacer una parada en la mitad de la ruta. Nos alojamos en una pequeña casa que alquilaba un par de piezas al fondo.

La dueña de casa nos hizo sentarnos a la mesa a compartir un plato de comida con su familia. Fue una situación sumamente extraña pero,no dejo de ser dulce y hogareña.

Por suerte los cuartos eran separados. Eran sencillos,no consistían en más que en una cama con una mesa de luz y una cajonera donde podías poner tus pocas pertenencias.

La cama era algo dura,pero con el cansancio que tenía de dormir pésimamente en el auto no me llevo mucho caer en un profundo sueño.

Por la mañana me llevo la desagradable sorpresa de tener a Dilan en mi cuarto mirándome dormir.

-Buenos días mi amor.-su saludo es de los más natural.

-B-bueno días...¿Qué haces en el piso mirándome dormir?- me levanto y voy a mi bolso,que esta al lado de la puerta, a buscar una remera limpia para ponerme dándole la espalda.

Como su silencio me era extraño,me volteo para ver que es lo que hace y no es más que solo mirarme con un hilo de baba apenas saliendo por su boca. Esto ya lo viví.

Lo miro con cara de pocos amigos y luego bajo la mirada a mi cuerpo.

Ahora es cuando me percato que llevo solo mis boxer negros. Mierda. Estaba tan alucinado con haberlo visto en frente de mí apenas abrí los ojos que no me fije que iba casi desnudo.

Con mis mejillas rojas por la vergüenza de que me vea otra vez así,mezclada con el enojo de haber sido tan despistado. Busco unos pantalones y me los pongo lo más rápido posible,dando pequeños saltos de conejo,como no podía ser menos,en unos de mis saltos me giro,logrando que tropiece y termine con mi cara contra el piso.

Dilan se apresura a ponerse de rodillas en frente mío para “ayudarme”,pero solo se queda arrodillado. Quiero ver que es lo que impide que me auxilie,así que empiezo a levantar mi cabeza y a medio camino me encuentro con su entrepierna muy MUY cerca de mi cara. No logro más que ponerme sumamente colorado y nervioso. Como no recibo burla alguna,miro más arriba y veo que Dilan esta distraído un poco más atrás de mi rostro. Giro mi cabeza para seguir la linea de sus ojos y descubro que el muy desgraciado pervertido esta mirando mi trasero que quedo en pompas para arriba.

No quiero ni imaginas las cosas guarras que pasan por su cabeza. Si lo llego a hacer lo más probable es que termine matándolo por depravado.

Carraspeo para que vuelva en si y me ayude de una vez a ponerme en pie.

Tal como lo pensé,Dilan reaccionó y me levanto de un solo tirón. Lo ideal hubiera sido que me dejara vestirme tranquilo,incluso que me soltara. Pero claro,estamos hablando de Dilan...el nuevo Dilan,porque del que conocí en su departamento no queda mi rastro.

Él no me suelta de mi cintura,yo todavía tengo mis pantalones a medio camino. Lo miro a los ojos pero me arrepiento cuando veo lo burla en su mirada.

-Nos dijiste que no podemos hacer nada para violarte,pero vos no la pones fácil tampoco.- pone manos deliberadamente en mis glúteos y los aprieta un poco.

Lo empujo lo más fuerte posible,pero al parecer es como la muralla China porque no lo logro mover ni medio milímetro. Gruño de la rabia y lo asesino con la mirada.

Cuando está por decirme algo,alguien toca a la puerta. Dilan es el que gruñe ahora en protesta por arruinar sus planes. Se aleja para abrir mientras me pongo rápida y torpemente los pantalones.

Es la dueña de la casa que al parecer nos tenía preparado el desayuno. Dilan cierra la puerta tras agradecerle por avisarnos y se apoya en ella mirándome con cara de pocker.

No Todo Es Lo Que Parece(yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora