— Basta ya de violencia. — interviene Nadia al ver que Samuel estaba a punto de soltarse del agarre de Ander y Guzmán. — Ya cálmate, Samuel.
— ¿Le estas defendiendo? — le grita Samuel.
— Pues si. —le grita Nadia. —Ya os ha dicho que el no os ha acusado de nada a vosotros dos.
— ¿Encima le crees? — se acerca Samuel a Nadia. — Tu esto lo estas haciendo para que te duela menos aceptar la beca de la madre de Polo... Piensas aceptarla sea como sea como si es poniéndote de su lado.
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— NO TIENES TAN MAL ASPECTO. — Carla se detiene y voltea a mirarme. — Por lo menos no se te nota.
— No me acuerdo de nada.
— Normal, es lo que sucede. — murmuro.
— No, normal no. — me mira apenada. — Perdí el control, pensé que eso me iba a hacer olvidar la mierda de vida que tengo.
— Eso ya paso. — respondo. — No le des vuelta en la cabeza que es peor.
— Tu me lo advertiste y no te hice caso. — cambia de tema. — Me acabo de enterar de lo de Valerio...Lo siento mucho, el no tendría que estar pagando por mis errores... No tuvo la culpa de lo de la fiesta, ni si quiera quiso venderme.
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— GUZMÁN... — veo como pone todas sus cosas en su mochila. — ¿Cómo estas? ¿Cómo se lo ha tomado Samuel?
— Samuel esta como una puta olla pero yo estoy bien.
— Te conozco. — lo miro. — No tendrían que haberos expulsado a ambos... Lo de Valerio y Rebeka se podía debatir pero ustedes...
— Al final todo este odio es el que nos ha puesto en esta situación. — exclama resignado.
— ¿Y tu futuro? — le pregunto. — ¿Qué vas a hacer?
— Tengo 17 años. Me puedo permitir que el futuro llegue el año que viene. — ve mi mueca triste en la cara. — Eh, no te pongas así que cuando acabe la graduación nos vamos a ir todos de fiesta, lo vamos a pasar de puta madre y nada lo va a joder ¿Vale? Me merezco eso al menos.
