UN VIAJE AL PASADO

Once

El primero en despertarse fue Gael.

Bajándose de la cama y sin hacer ruido, Gael hizo el recorrido hacia la habitación de su Apa, llegó frente a la puerta de sus padres, la abrió y empujó suavemente para entrar al dormitorio encontrándose, otra vez, la misma imagen.

Feliz caminó haciendo el lecho, se subió en éste y gateó directo a ambos.

Pero en esta ocacion fue Barca quien lo miro y levantó la cabeza de la almohada para mirarle.

El pequeño se quedó quieto, temiendo de aquel padre le regañara.

En contra de eso, Barca solo le sonrió al mismo tiempo que le alzó su brazo y le susurró:

Anda, acuéstate con nosotros-

Gael no se lo pensó y colocándose bajo del brazo del más alto se acurrucó contra Roberto, posó su manita en su pecho y se quedó profundamente dormido.

Barca se estaba acostumbrando a los cuatro niños, en especial a los dos pequeños.

Le recordaba mucho a él mismo cuando con su misma edad también se acostaba con sus padres.

Volviendo a tenderse, acaricio la espaldita del niño.

Empiezas a parecer un papá- oyó la voz adormilada de Roberto.

¿Y? ¿Eso es malo o bueno? -

El ojos negros entrelazó sus dedos con los suyos.

Bueno-

No volvieron a quedarse dormidos sino que miraban fijamente al niño durmiente.

Vaya niños guapos que vamos a tener- alabó Roberto.

Es obvio- dijo Barca a modo de burla.

El ojos negros arrugó la nariz.

¿Y por qué es obvió?-

Yo soy el padre- se jactó Barca.

Pfff, ya salió la vena presumida marca Barca- resopló el joven.

Roberto-

Déjame presumido-

Intentando soltar la mano del más alto, Roberto tiraba de la suya pero Barca le impedía que lo lograra.

Que me sueltes egocéntrico-

No hablaba en serio- se apresuro a decir.

Roberto le miro extrañado.

¿A no?-

Noo- con cuidado de no aplastar al niño, Barca aproximó su boca a la del ojos negros y le susurró- Se parecen mucho más a ti que a mi Roberto...y por eso son preciosos-

¿Estás intentando adularme? - sonrió Roberto sutilmente.

Tal vez- rozando cada vez más sus labios con los suyos, Barca ronroneó- ¿lo consigo? -

Ummmm...es posible-

Eso es que no he perdido mi toque- se jactó el más alto.

La vas a cagar- aviso Roberto.

Espero que no-

Rodeándole con una mano por la cabeza, Roberto enterró los dedos en el cabello castaño del mayor  y le empujó hacia su boca murmurando:

Cállate y bésame -

Eso está hecho-

Uniendo sus labios, ambos se entregaron a un largo beso.

Gael sintió el calor de sus padres haciendo que abriera los ojos y viera las bocas de los dos unidas entre ellas.

¡Biennnn!- aplaudió.

Rápidamente los dos mayores rompieron el beso y miraron al niño.

¿Ammm?- preguntó Gael con el índice entre los labios y expresión inocente.

Me estoy dando cuenta que tú eres un pilluelo- le reprendió Roberto  con voz suave pero con autoridad.

Gael se echó a reír a carcajadas.

Definitivamente éste se parece más a ti que ninguno- río Barca.

¡Ooo por favor!-

En el acto, el ojos negros se cubrió la cabeza con la manta mientras oía al más alto decirle al niño:

No le enfades que entonces nos deja sin desayunar-