UN VIAJE AL PASADO

Diez

Aún no se había podido quedar dormido.

Notaba el peso del más bajo sobre él pero no siquiera le molestaba.

Podía oír el calmado latido de Roberto.

Iba al mismo ritmo que el suyo propio.

Estaban compenetrados.

Entonces sintió algo húmedo que caía en su pecho y rodó los ojos

O no, ya está babeando-

No es que le diera asco.

En realidad nada,en si, lo hacía pero le incordiaba eso de estar lleno de babas.

Pfff, si al menos fuera otra cosa...- con cuidado recolocó en una postura más cómoda al chico y así poder verle la cara.

Un angelito.

Eso parecía dormido.

Apartando un mechón de su cabello negro acarició éste.

Se fijo que lo llevaba un poco más largo.

Te queda bien- dijo a pensar de que sabía que no obtendría respuesta del durmiente.

Colocándose de costado se acopló a la espalda del ojos negros, lo abrazo como si temiera por su vida, le beso en el hombro y posando su mentón en éste cerro los ojos murmurando.

Duerme y descansa Roberto, yo te protejo-

Pues por lo pronto me éstas haciendo pedazos con tu barba porque raspa-

Un bufido salió de los labios del más alto.

¿Pero tú no estabas dormido?-

Girando el rostro y mirándole con un ojo, Roberto confeso:

¿Y perderme tu momento tierno?...¡Naaaa!-

Como cuentes a alguien...-

Ay si, ya salió el gruñón-

Robertooo-

Que sí, que no cuento tu lado mimoso a nadie

Bien-

Echándose a dormir volvió a cerrar los ojos.

Duerme y descansa Roberto que yo te protejo- repitió el joven entre risitas.

¡Robertooo!-

¡Ooo si es que ha sonado muy mono!-

Ya, duérmete-

Girándose por completo, Roberto murmuró:

Esto es entre nosotros y...entre éstas cuatro paredes, no voy a desacreditarte contándole a los demás que eres muy mono-

Me éstas haciendo enfadar...-

Pues no te enfades o me pensaré lo de jugar al pilla pilla cuando lo amerite la situación- dándole un casto beso volvió a darle la espalda rápidamente - Y abrázame que así no paso frío, joder, deberías ir pensando en poner una calefacción o cuando nazca Mateo se va convertir en un bebé de hielo-

Roberto, no necesitamos calefacción-

Pero y-

Abrazándole con posesión, lo obligo a tumbarse y le musitó al oído:

Yo seré tu calefacción personal-

Cuando te da la gana eres un tocino de hielo-

No me compares con un postre - masculló entre dientes Barca.

¡Pero si es verdad, eres un sol!-

¡Duérmete, duérmete, duérmete que estabas muy guapo dormido!-

¡Ay dios mío, tú llamándome guapo!

Grpfhmmmm, joder  duérmete de una vez o...-

¿O? ¿Vas a darme un puñetazo?- retó Roberto

Una sonrisa perversa asomó en los labios del más alto.

A-ay no- palideció Roberto.

¿Va-vas a....darme un....puñetazo?- se asustó el ojos negros.

En un abrir y cerrar de ojos vio al más alto encima suya, sin borrar su malévola sonrisa y mostrándole unos ojos color miel.

Mucho mejor- inclinando la cara hacia la suya, ronroneo- Te voy a arrancar gritos...- lamiendo sus labios claudicó-....con mi polla-

Gri-gritos no que los....los despertamos-

Pues ya sabes- rezumó Barca y le entregó una almohada - Úsala para que no te oigan-

Maldito hijo de pu....¡Uhmmmm!- acalló el primer grito mordiendo la funda de la almohada.