-- He dejado la tienda sola, pero ha merecido la pena-- dijo Nihad-- esto está buenísimo.
-- Pués gracias.
-- Qué rico.
-- Es porque es casera.
-- La tuya, es la más rica de todas. Oye, crees que estoy engordando? Hago dieta?
-- No digas chorradas. Yo te veo, estupendo.
-- Sí?
-- En serio -- dijo con la boca llena.
-- No sé, pero yo me veo más tripa.
-- Yo te veo, bien. Sigue, pero guardame.
-- Vale, vale. Sólo, un poco más.
-- Jajajaja. -- Aahh! Bienvenidos? -- Sanem, que ocurre?
-- No pasa nada. Me he dado un golpe en la cabeza, pero, estoy bien. -- Pasen, pasen, por favor. Las zapatillas.
-- Oh, tiene usted razón. No estamos acostumbrados, a eso. Perdonen, las molestias.
-- Soy Embre. El hermano, de Can.
-- Encantada, de conocerle. Leyla me habla mucho de usted. Me alegra, conocerlo, por fin. Por favor, pasen por aquí. Siganme. Siganme. -- Nihad.
---Señor Can, bienvenido.
-- Gracias.
-- Bienvenido, pasen y sientense. Cuidado!
-- Para, lo que sirve...-
--Jajajaja.
-- Sanem ha tenido un pequeño accidente. La he llevado al hospital, pero no se preocupe. Está perfectamente. -- dijo él.
Sin embargo ella, estaba muy sería.
-- Gracias.
-- Pero si ha dicho, que no sino nada. Que te ha ocurrido, cielo?
-- Sí. No te pongas, dramática.
-- Sanem es una torposa. De pequeña, ya era una niña torpe. Dándose golpes por ahí, la pobre.-- dijo Mezquive.
-- Sanem, torpona? No lo creo. Me sorprende mucho lo que me cuenta. De verdad.--Aahh. Tenemos que irnos.
-- Ya? Pero si ababan de llegar. Tomaos un vasito de te, aunque sea. Nos ha traído a Sanem. Sientense. -- dijo Nihad.
-- Gracias, pero tenemos mucho trabajo. -- dijo Embre.
-- Señor Embre, Leyla es una chica, muy trabajadora y estoy muy agradecida, por haberla mandado a un seminario. Muchas gracias.
-- De nada.
-- Leyla, es una gran secretaria.
-- Gracias.
-- Nos vamos?
-- Sí, pero el médico no debería dormir esta noche, por el golpe.-- Vamos ha pasear por el muelle, para que no duermas.
-- Gracias. Me apañaré, yo sola.
-- Cómo quieras. Nos vemos, mañana.
-- Muchas gracias.
--Acompañalos.
-- Por ahí, está la puerta.
--Casi los echas--dijo Mezquive, cuando salieron--Que se desagradable eres. Que te propones? Y esa cara, cariño? Porqué eres tan torpe? Porqué te estás siempre, dándote golpes por ahí? Piensa en tu madre.
--Voy ha cambiarme de ropa, de acuerdo?
--Aahh--gritó Sanem--Que harta estoy de darme golpes. No aguanto más, con este calor.
--Hija. Por el amor de Dios. Por el amor de Dios.

--Pueden llamarme, cuando me necesiten.--dijo el.
--Gracias por todo, señor Can.
--Encantado-- dijo Embre.
--Ha sido, un placer.

--Embre, ven, te llevo a casa.
--Ve tu. Voy ha buscar, mi coche.
--Adiós, entonces.
--Adiós.--Sí, Leyla.
--Aahh, señor Embre. Hoy ha sido un día de locos. Casi se me olvida que mañana tengo ir a Antara y puedo ir a la oficina, pero iré, por la tarde.
--Aahh, pero el seminario, no dura tres días?
--Es que cuesta mucho dinero, señor Embre y esta más orientado a gente y gerentes, así que tengo que faltar un día.
--Leyla...en el futuro seras jefa. Olvídate del dinero y llévate una póliza si quieres. Quédate ahí, y te presentaré a mucha gente.
--Se lo agradezco mucho, señor Embre., de verdad. Muchísimas gracias. Le dejo toda la planificación encima de su mesa. Le parece, bien?
--Muy bien.. Hasta luego--dijo mientras, llamaba a un taxi.
--Gracias, otra vez.

--Aquí el menú, es un poco limitado--dijo Geygey.
--Que es limitado? Que quieres, decir? Mira, hay bocadillos calientes, de carne, de queso, refrescos, zumos, café, te...que más quieres?--Yinet, quiero otro bocadillo, por favor.
--Otro bocadillo.
--Pero esta vez ponle más carne, eehh? Y no seas tacaño que esta vez no se veía y poner más te.
--El te, te gusta tanto? Porqué?
--Pues porque está bueno. S ti, no te gusta?
--Prefiero, el café con leche.
--Jaja, pero mira que eres fino. Aquí todo el mundo, bebé te.
--No es verdad, en mi pueblo beben café con leche.
--En tu pueblo? Como se llama?
--El nombre es lo de menos, pero tiene una historia, muy bonita. Mira, hace muchos años, vinieron unos trabajadores alemanes jubilados, volvieron al pueblo y trajeron café con leche. Les encanto y todos se acostumbraron y desde entonces bebemos café con leche y desde entonces hay cinco casas y una cafetería que es ya tercera generación.
--Que interesante, y donde está tu pueblo? Perdona--Hola guapa, como estás? Si vamos ha quedar. Estoy en la teteria del parque. Si, te espero. Adiós.--Era Sanem. Parecía un poco, desanimada.
--Me voy. A lo mejor, queréis estar solas.
--Mmm.
--Y por cierto, me gustaría tener una sesión contigo.
--Pero si tu eres listo, sabes de moda, y eres extrovertido. En que te puedo ayudar. Le verdad. No creo que vayas ha necesitar un couch. Los Geygey, se le subían, los colores con los cumplidos que ella le hacía.
--Es que a veces no soy capaz de exnpresar mis ideas y de mi sentimientos y me gustaría que me ayudaras.
--Deberías hablar con un psicólogo. Esa no es mi especialidad.
--Podías plantearme, mi futuro laboral.
--Aahh, esa si es mi área. Puedo ayudarte a planificar tu carrera. Llámame luego, y te daré cita. Te parece?
--Claro, pues hablaremos más tarde, vale?
--Nos vemos.
--Hasta luego.

 Soñando Contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora