Un Omega Para Nakamoto ‹Yuwin› [Adaptación]

Cαρίτυlσ 8: λlfα cεlσsσ

Zhong Chenle caminaba de lado a lado taladrando los oídos de su hermano mayor buscando de alguna manera cumplir con la promesa que le hizo a Sicheng pero, viendo bien a Yuta....¿Por qué ese omega lo quería?.
Yuta no era musculoso, ni dominante ¡él ni siquiera se interesaba en los demás!. El alfa peli verde miró fijamente a su mayor con sospecha ¿a caso Yuta le estaba jugando una
broma y había contratado actores? No, no no...

—¿Qué tanto me ves?—Preguntó el moreno ante la mirada penetrante de su hermanito.

—Nada, hyung... es sólo ¿a ti no te gustan las bromas?.

—¿Qué dices? Mira mi cara ¿a caso parece que me guste bromear?.

Lele se detuvo analizando el rostro de su hermano; mandíbula tensa, labios unidos formando una línea, ceño fruncido y ojos de gato Diabólico.

—Tienes razón, no sé en qué pensaba—Respondió antes de dejarse caer en el sofá del estudio de Nakamoto.

—¡No pierdes nada con intentarlo hyung~!—ChenLe intentaba convencer a su hermano y compañero de departamento de salir con él.

—No iré, tengo cosas qué hacer—Gruñó Yuta.

—Sólo es un pequeño bar, nada de escándalos, lo prometo—Le sonrió al alfa peli castaño que yacía sentado frente al televisor mientras juntaba las dos palmas de sus manos.

—No—Chenle hizo una mueca.

—Pero, Yuta hyung ¡Necesitas una omega!—Lo regañó el más pequeño de edad pensando en Sicheng.

—No necesito a una estúpida omega tonta y empalagosa—Dijo sin mirarlo.

—¿Qué pasará cuando tu celo llegue de nuevo?—Indagó—¿Lo ignorarás otra vez? ¡Podrías morir hyung!—Gritó exagerando.

—Tal vez lo haga, no necesito a una omega ¿tan difícil es de comprender?—Se levantó del sofá.

—¡Eso es!—Chasqueó los dedos—¡Te conseguiré una omega, hyung! Sólo necesitas ir conmigo al bar—Sonrió victorioso.

—No quiero nada—Sentenció el alfa con un tono de pereza yéndose a su habitación y azotando la puerta al cerrarla.

—¡Me iré ahora Yuta hyung!—Se escuchó afuera de la habitación de Yuta por parte del (también) alfa antes de escucharse cómo la puerta de la entrada era cerrada.

—Por fin—Suspiró Yuta una vez que se encontró solo en el departamento.

Nakamoto tomó sus binoculares y se dirigió al balcón el que, casualmente daba con la ventana de su vecino rubio; El omega más lindo que Nakamoto Yuta ha visto.

—¿Dónde estás?—Preguntó en voz alta el alfa una vez que tomó asiento en su lugar favorito para observar a su vecino—Oh aquí vienes—Preparó sus binoculares listo para espiar esperando un espectáculo como el del día anterior.