Un nuevo artículo |Garou| [FINALIZADA]

¡Estúpidas hormonas! ( 38 )

No podía parar de llorar, se había quebrado algo dentro de mí, torpemente me hinqué de rodillas a su lado, el hecho de que haya sido sobre su sangre poco me importó, yo todavía no podía procesar lo que estaba ocurriendo.

_S-sabes bakagarou...esto no es gracioso...así que deja de bromear ¿sí?

Con cuidado le di la vuelta a su cuerpo para poder ver su cara, la cual tenía algunas cortadas no tan profundas pero sí sangraban. Sus ojos estaban cerrados y sus labios ligeramente entreabiertos.

_Ya despierta ¿sí?_supliqué llevando mi mano a su rostro sin poder dejar de temblar, sorprendiéndome al sentir su piel fría_¡No, no, no!_grité de la frustración acariciando sus mejillas mientras limpiaba un poco de ese líquido carmesí que estaba sobre ellas.

Las lágrimas caían sin parar, tanto que algunas mojaban su pálido rostro.

_¡Garou, todavía no puedes darte el lujo de morir! ¡Qué pasó con tu meta!_reclamé entre sollozo y sollozo_Abre esos ojos de una vez_le ordené rompiéndome por dentro al no recibir respuesta alguna_R-recuerda que te debo algo...¡no dijiste que antes de morirte cobrarías el favor!...¡Mentiroso! ¡Nunca lo hiciste! ¡Nunca me besaste!

Cubrí mi rostro con ambas manos para continuar llorando desconsoladamente.

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Sentía que me hundía cada vez más en una fría y profunda oscuridad mientras mi vida pasaba por delante de mis ojos, distintos recuerdos invadían mi mente, desde mi niñez hasta los últimos instantes que viví.Me sentía cansado, sin fuerzas para intentar algo.

¿Acaso este era mi fin? ¿Cómo estará Raika? ¿Llorará por mi muerte? Supongo que no lo sabré.

Mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente y nada podría evitarlo o eso pensé hasta que..

¡Garou, todavía no puedes darte el lujo de morir! ¡Qué pasó con tu meta!

Abre esos ojos de una vez

Lo que al principio parecía lejano, ahora se oía con más fuerza, aquella voz inconfundible se escuchaba triste, entrecortada, acompañada de sollozos.

R-recuerda que te debo algo...¡no dijiste que antes de morirte cobrarías el favor! ¡Mentiroso! ¡Nunca lo hiciste! ¡Nunca me besaste!

Los lamentos y sollozos aumentaron, ahora los escuchaba mucho más cerca, el dolor comenzó a invadir mi cuerpo, abrí los ojos y mi vista se tornó borrosa al pincipio para luego ser nítida, ya había anochecido y lo primero que vi fue a Raika hincada frente a mí cubriedo su rostro con ambas manos tratando de ocultar sus lágrimas.

Sonreí débilmente al verla, nunca la había visto llorar así,  bueno...nunca la había llorar y aquello me destrozaba el corazón.

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Narra Raika

Estaba intentando calmar mis emociones cuando siento unos fuertes brazos envolverme con cuidado y una cabeza recargarse en mi hombro.