"She" | JiYoo ✘

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Narradora:

Yoohyeon abrió sus ojos y se sentó en la cama. Con su vista pesada, dolor de cabeza, un apestoso olor a alcohol en su ropa, y sus pelos desordenados apuntando para todos los lados de la habitación, se quedo mirando un punto fijo.

─Buenos días.

Yoohyeon se exaltó tirando la sábanas hacia la dirección de la voz y dejando caer su cuerpo al suelo. Lo siguiente que escucho fue una carcajada y unos pasos cautelosos hacia ella, que al mirar hacia arriba se encontró con una mujer algo mayor de edad, pero con una gran y brillante sonrisa.

─¿Estás bien, cariño?

─¿D-dónde estoy? ─preguntó asustada mientras tocaba su cabeza.

─MinJi, mi hija, ayer te trajo a casa... ─informó la mujer de primeras, sabiendo que eso la aliviaria y así fue─. Dijo que estabas borracha y no sabia dónde llevarte.

La alta se sonrojó fuertemente y se sintió estúpida al pensar que debe tener una mala impresión de aquella mujer que la veía con una cariñosa sonrisa. »Es igual a MinJi« pensó. Rápidamente se levantó del suelo y le hizo una reverencia.

─La-mento interrumpir en su hogar de esta f-forma ─tartamudeó algo avergonzada aún inclinada hacia la mujer.

─No es molestia, tranquila. No hagas eso, vamos~ ─dijo con amabilidad y con una sonrisa mientras apretaba levemente el hombro de Yoohyeon.

─Lo siento... ─susurró.

─El baño está al final del pasillo.

La castaña mujer se dirigió hacia la puerta de la habitación, señaló hacia la derecha y volvió a mirarla.

─Luego pásate a la cocina, hice una sopa para la resaca de dos tontas jóvenes.

Le regaló una última sonrisa y se fue con leves risas mientras Yoohyeon se sentía más avergonzada de lo normal. Pero pronto se escucharon pasos rápidos que se acercaban y repentinamente entro otra persona a la habitación.

─MinJi...

La nombrada se sonrojó levemente y miró hacia cualquier parte de la habitación menos a ella.

─Lamento traerte a mi casa, n-no... no podía llevarte al hotel, no tenia la llave.

─No pasa nada. De hecho, gracias. Es muy lindo de tu parte.

Yoohyeon se acercó a ella, escondió el rostro en su cuello y rodeó sus brazos al rededor de la cintura de una sorprendida castaña que sentía sus mejillas más calientes que antes.

─Ahora, con el permiso de tu madre, debo ir al baño.

La alta salió prácticamente corriendo hacia el baño por dos razones: uno, se estaba meando; dos, acaba de abrazar a la linda MinJi como si nada.

Minutos pasaban y la castaña seguía en shock por la ternura de la fotógrafa, pero volvió en sí cuando escuchó la voz de su madre llamarla y no tardó ni un minuto en ir hacia ella para ayudarla.

─He visto que has hablado con Yoohyeon ya... ─dijo algo tímida y avergonzada mientras ponía los platos en la mesa.

─Es muy linda, buena persona ─contestó simplemente y se dio la vuelta para luego apoyar su espalda baja en la encimera─. Cualquier madre se enojaria por esa actitud de adolescentes hormonales...