"She" | JiYoo ✘

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Narradora:

─Buenas noches ¿E-está bien? ─preguntó preocupada por la alta.

─Y-yo... sí. ─Yoohyeon volteó a los lados sin mirar el rostro de la joven─ ¿Dónde está el hielo? ─preguntó ella mientras miraba al rededor para ver qué comprar, apurada y preocupada por su amiga.

La castaña la miró confundida y señaló hacia atrás de ella─ Están en los refrigeradores al fina-

─¡Gracias! ─cortó rápidamente y salió corriendo hacia donde le indicó, asustando así a la joven MinJi.

Yoohyeon fue hacia las grandes neveras y se sintió estúpida al ver como algunos bolsones de hielo se veían con claridad. Aunque no era lo que queria, ya que buscaba los pequeños paquetes, pero lastimosamente sólo habían en bolsas grandes.

Agarró un bolsón de hielo cómo pudo y se dirigió hacia las estanterías para agarrar cinco paquetes de ramen picante y corrió hacia la caja.

─¿Cuánto es? ─preguntó nuevamente mientras dejaba las cosas y la joven marcaba éstas con un pequeño aparato para sumar el precio de cada uno.

─6000,00 ₩ones ─respondió igual de rápido que los rápidos movimientos de la contraria.

─¡Agh, en serio! ─Se quejó al tirar sin querer, por andar a los apuros, su tarjeta de crédito junto con un papel al piso─ Tome, discúlpeme ─dijo y le dejó la tarjeta en la mesada para luego volver a mirar hacia abajo para agarrar el papel.

Cuando subió miró a la chica, o bueno la espalda de esta ya que se había dado vuelta para pasar su tarjeta por otra pequeña máquina.

─Tome. ─Se volteó y le entregó la tarjeta, la contraria la agarró cabizbaja, ya que estaba guardando las cosas en bolsas.

MinJi se sintió decepcionada al no poder ser vista por aquella alta chica.

─¡Gracias!

─Gracias por su compra... ─Logró susurrar la castaña al ver correr nuevamente a la más alta pero esta vez hacia la salida.

[...]

La castaña con puntas rubias abrió la puerta del apartamento y rió suavemente al ver a su amiga.

─¿Estás cómoda? ─preguntó mientras veía a una Siyeon acostada con un pie arriba del reposabrazos. Esta última asintió con una sonrisa ladeada─ Te traje hielo... ¿Estás bien?

─Wow. Vaya que si lo hiciste ─dijo mientras reía fuertemente al ver la gran bolsa de hielo que trajo.

─Es lo único que había ─comentó con una sonrisa avergonzada mientras caminaba rápido a la cocina.

─Tampoco me voy a ver morir, exagerada.

─Solo cállate y ponte hielo ─ordenó mientras le entregaba una pequeña toalla blanca con unos cuantos hielos.

─Oye, respeto a tu unnie ─molestó la castaña.

─Perdón unnie.

─Solo bromeaba, ven aquí.

Más tarde y por otra parte...

Las joven trabajadora, media hora después de ver aquella atractiva y preocupante clienta, volteó el pequeño cartel blanco que estaba en la puerta principal para así mostrar la palabra "cerrado".