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Lo inexplicable

Merlin despertó nuevamente por las náuseas, no podía entender por qué durante esta semana había vomitado más de 15 veces, al principio había creído que tenía una infección estomacal, pero ya se había auto-preparado el tratamiento para este y no se iba, quizás sería buena idea ir a ver a Gaius.

El brujo regresó a la cama, al lado de su idiota príncipe quien no se había despertado pese al ruido que había provocado, el pelinegro miro al rubio por un momento con ojos llenos de amor, no podía creer que Arthuro lo amara, aún no lo creía pese a que llevaban un mes siendo una especie de pareja, aunque claro a escondidas de Uther de lo contrario ambos estarían muertos, en un inicio había intentado de convencer a Arthuro para que se olvidará de los sentimientos que tenía por él, argumentando que tendría que tener un heredero, que su padre jamás lo aprobaría, y muchísimos argumentos más, pero la terquedad del rubio los había llevado a este momento y no podría estar más agradecido.

Claro, pese a que su relación era hermosa y amaba a Arthuro aún no le había dicho de su naturaleza, no podía, no por desconfianza al príncipe, si no que estaba seguro de que Arthuro metería la pata, luego trataría de defenderlo y se enfrentaría a su padre, no quería que Arthuro tuviese que elegir entre su padre o su sirviente...

No podía, porque muy en el fondo temía que Arthuro eligiera a su padre por sobre él, y lo peor es que aunque eso lo destrozaría, no podría estar más que de acuerdo con su Arthuro...

Así que por el momento lo mejor era callar...

Con todos esos pensamientos giró para besar con cariño la frente de su estúpido príncipe quien inconscientemente sonrió con el acto, para luego ambos caer en los brazos de Morfeo, o más bien en los brazos de Arthuro.

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Merlin se levantó muy temprano como era su costumbre pues tenía que evitar que alguien los viera y comenzó a preparar las cosas para Arthuro quien parecía una roca ya que no se movía por nada del mundo.

-"Arthuro"- dijo Merlin agitandolo sin delicadeza alguna.-"Arthuro despierta"- dijo agitandolo más. -"Bella durmiente arriba"- dijo está vez empujándolo y tirándolo de la cama sin querer, o bueno quizás sí.

-"Auch"- se quejó el rubio -"¡Merlin! ¿Por qué no me puedes despertar con un beso como las parejas normales?"- preguntó molestó sobándose el golpe.

-"¿Te refieres a despertarte con un beso como a las princesas normales?"- preguntó Merlin con burla.

-"No soy una princesa"- respondió el príncipe fingiendo molestia.

-"Creí que te referías a eso"- dijo el moreno con fingida inocencia.

-" No"- respondió el chico tratando de levantarse -"Me refería a que siempre tienes que recurrir a la violencia para lograr despertarme cuando puede haber otros métodos"- dijo el caballero alzando las cejas con picardía, y acercándose a Merlín.

-"¿Otros métodos?"- preguntó Merlin comenzando a sonrojarse -"Te recuerdo que he intentado antes con ellos pero no dan resultados, además estoy seguro de que un caballero tan grande como tú puede soportar un poco de violencia"- respondió ante el bufido del más grande quien inmediatamente le tomo entre sus brazos y comenzó a besarle apasionadamente.

-"Ahora"- beso -"no"- beso -"tienes"- beso -"trabajo"- beso.

-"Puede esperar"- contesto el rubio tirándolo a la cama mientras seguía besándolo, hasta que el azabache lo apartó corriendo con dirección a un balde y sacó lo poco que había desayunado: una manzana.

Un hechicero herederoWhere stories live. Discover now