Aislingí

3K 343 31
                                    


La pesadez recorrió el cuerpo de Kara hasta lograr que cayera de rodillas y pronto la inconsciencia se apoderó de su cuerpo desvaneciendose en el salón del trono, una ves en sus épocas de estudiante cayo en una cueva inmensa tan oscura que sentía como si la tierra se la tragara, sus gritos llenaron la caverna y aunque el temor estaba en su ser no la preparo para el impacto contra el agua helada que saco el aire de sus pulmones, sabia nadar desde siempre, pero le era imposible llegar ala superficie y empezó a desesperarse antes de lograr salir, cuando lo logro la primer bocanada fue un gran alivio de vida, pero esto era diferente se sentía caer sin fin y sin el aire en sus pulmones empezaba a marearse, el golpe contra el suelo la mareo por completo, hasta que escucho una voz tan dulce que creyó estar en el cielo de Rao.

-Madre no puedes venderme y pedirme fingir que este matrimonio será por amor!!

Una dulce joven de rasgos hermoso pero pálida piel, caminaba en círculos al rededor de una mujer mayor que parecía ignorar la rabieta de su hija, la damisela no tendría mas de 16 años mientras que la señora rondaría los 34.

~Controlate debes entender que nuestro pequeño reino depende de tu alianza, si aceptamos esta gran dote de tu compromiso es para pagar a los acreedores de tu padre. Sabes bien que estamos perdiendo la alianza con los pueblos vecinos desde que tu hermano desapareció en el bosque de los lamentos, cada día nos llegan menos alimentos y la Reina Rea, prometió sus mejores tropas para defender el castillo y una gran cantidad de oro y comida para alimentar al reino por 6 meses.
Todo eso solo por casarte con su hijo el Principe Mon-El.~ la madre de la joven le riño seriamente acercándose a acomodarle los olanes del vestido que estaban levantados.

Lena sabia que era una dote demasiada buena para ser real, el truco era que en cuanto se casará con el Principe Mon-El debería estar en el Reino de Kriptón, para lo que restará de su vida, sirviendo a su esposo cumpliendo sus caprichos, adorando el suelo que pisará, no podría acercarse de nuevo a la biblioteca, ni a otros hombres, solo estaría rodeada de sus criadas en una torre donde si el Principe lo permitía podría salir a los jardines, aunque se decía que el Principe era un malcriado el cual maltrataba a toda dama y criada a sus servicios.

Kara no alcanzo a escuchar la respuesta de aquella joven pues se sintió caer nuevamente por aquel profundo poso, solo que esta ves la oscuridad no desapareció y se encontró tirada en los bosques cercanos a aquel extraño castillo, logro levantarse justo a tiempo para ver a aquella joven corriendo mientras un joven musculoso la seguía dando traspiés, si Kara no lo hubiera conocido en su juventud no lo hubiera reconocido, era el Rey Mon-El, que traía los pantalones semi-abiertos, daba pequeños brincos para acomodarse sus ropas, mientras la joven corría rumbo al bosque de los lamentos, rastros de lagrimas adornaban su bello rostro su vestido lucia rasgado y en algunas partes llenas de tierra.

La joven caballero no lo pensó dos veces y corrió tras la joven para ayudarla, sabia que el Rey Mon-El era conocido por abusar de las mujeres, pero ella como buen Guardia Real no podía hacer caso a aquellas "falsas" acusaciones, pronto descubrió que la dama se había detenido estaban muy adentradas en el bosque y sabia que el Príncipe no las siguió pues solo se escuchaba el llanto sordo de la bella Princesa, trato de acercarse de tocarla pero su mano la traspaso empezaba a llenarse de miedo pero unas pisadas tras de ellas la alertaron, blandió su espada solo para ver a una hermosa mujer parecida a la damisela tras de ella, solo que de mayor edad, que se sujetaba el vientre con dolor y al separar sus manos dejo ver un rastro de sangre en sus manos.

~ Le do thoil chailleann, cabhrú liom (por favor señorita ayúdeme)

Kara sabia que en estos territorios se hablaban otras lenguas y aunque al principio no reconoció el lenguaje si lo entendió, la joven dama corrió junto ala mujer sujetadola, dejando que su cuerpo cayeran con suavidad sobre el de ella mientras presionaba a la herida.

Caballero   SuperCorp (GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora