Cambiaré Su Destino //EVAN MERCER (OC) EN KUROINU// (EN CORRECCIÓN)

Prólogo: Fin de la pesadilla

Narrador Omnisciente

En la antigüedad, existía una nación, mas grande que las demás, esta era llamada la gran Eostia. En el norte de ella habitaban una raza de monstruos, se decía que nacieron desde el origen de la tierra, estos eran vistos por las otras razas como una plaga, un mal que se debía eliminar, la razón? Estos capturaban a mujeres humanas, y las convertían en esclavas sexuales, las cuales violaban, como un simple objeto. Se dice que cien años antes del incidente, emergió un castillo, que salió de la tierra, al rededor de el, había una barrera que lo defendía de amenazas externas, dentro de lo que esta abarcaba, el cielo estaba rojo, no importaba si fuese de día o de noche, el aire era pesado y difícil de respirar, y la tierra al rededor, estaba muerta, y no había nada que se pudiera hacer por revertir este efecto. Se decía que el dueño del castillo, era una elfo oscura de gran hermosura, la cual era conocida como la "Reina Oscura"; Esta tenía el dominio sobre todas las bestias que merodeaban por su territorio, tenia el poder suficiente para hacer lo que quisiera, sin embargo, había personas que se oponían a ella; siete princesas guerreras, que creían firmemente que existía un propósito para que el sol saliera día tras día, esa razón tenía nombre: Celestine Lucross la reencarnación de la diosa élfica de la luz, Laurenttia, y líder de la alianza de los 7 escudos, un grupo de princesas que estarían dispuestas a dar lo todo en nombre de la justicia y la paz en su reino.
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Sin embargo....... Los azares del destino no favorecieron de buena manera tanto al grupo de princesas guerreras, como a la reina de los elfos oscuros, ya que, por querer ganar una guerra contra su mayor enemigo, la alianza de los 7 escudos recurrió a un método bajo para querer asegurar su victoria, el cual consistía en acudir a una banda de mercenarios para que ellos hicieran lo que por responsabilidad de sus actos, les correspondía a ellas, creyendo que así, tendrían una ventaja contra la reina de los elfos oscuros.
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Pero Que Equivocadas Estaban...
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Ya que el grupo de princesa no tenía idea de las verdaderas intenciones del grupo de mercenarios tenía en mente.

El plan verdadero de esta banda de hombres misóginos, el cual llevaba por nombre "Kuroinu", "Black Dogs", "Perros Negros", o como te guste más, era gobernar la gran nación de Eostia de tal manera, que sean los hombre los gobernantes soberanos de esta, mientras que las mujeres, solo servirían para complacer y satisfacer los hórridos y abominables deseos sexuales de los varones. Desde la más anciana hasta una inocente niña, ellos no pensaban hacer excepciones con ninguna mujer para hacerlas su juguete sexual, o aun peor, su banco de semen; Le llamaron a este estilo de gobierno "La nación del servicio" o "El imperio del sexo". Sin duda alguna, un oscuro destino para toda la nación de Eostia, y mas aún, si tenemos en cuenta... Que esto se hizo una realidad.

En la actualidad, centrándonos en lo que alguna vez fue la capital de los reinos de tan inmenso continente, la ciudad de "Geofu", la situación era caótica, las calles estaban vandalizadas, lo que alguna vez fue una blanca ciudad, se mancho con la impureza del deseo y la lujuria, pero lo que más dolía ver, eran las escenas de múltiples violaciones a mujeres adultas, jóvenes, e incluso niñas, que por mas que duela saber, se había vuelto un escenario "común" no solo en la ciudad de Geofu, sino en toda Eostia.

Pero eso, a pesar de ser un ambiente hostil y lamentable, no era lo peor para los ciudadanos de Geofu o de otras ciudades, lo que mas les pesaba, era lo que sucedía dentro de las paredes del castillo que alguna vez fue de la ya nombrada Reencarnación de la diosa élfica. Dentro de dicho castillo, se podía escuchar diversos sonidos, desde el choque de piel con pie repetidas veces, hasta el clamor y gemidos de mujeres, claramente, la mente de estas se había echo pedazos de manera grotesca e inhumana. Pero estas no eran mujeres comunes, o por lo menos no lo eran en su momento, ya que esas mujeres que tanto exclamaban y gemían con euforia, no eran nada menos que las princesas de la alianza de los 7 escudos, acompañadas de la mismísima reina de los elfos oscuros y su fiel acompañante, Olga Discordia y Chloe Kuroe.