Cambiaré Su Destino //EVAN MERCER (OC) EN KUROINU// (EN CORRECCIÓN)

Capítulo 4: De frente al enemigo / Bienvenidos a Feoh

Narrador Omnisciente.

Era oficial: Olga Discordia y Chloe dejarían el castillo de la reina morena para trasladarse a la ciudad humana más cercana a ellas, en este caso la ciudad de Feoh: Gobernada junto a la ciudad de Ur por las princesas Alicia Arcturus y Prim Fiorire.

Sin embargo, una de ellas aún no estaba del todo convencida de este plan. Como se imaginarán, era Chloe Kuroe quien tenía aún sus dudas respecto a la llegada de los dos individuos infraterranos, y el porqué su reina; la mujer más poderosa de toda Eostia, sólo rivalizando con ella la misma encarnación de la diosa élfica de la luz, obedecía los mandatos del joven pelinegro de manera tan sumisa.

En el momento en que vio el terror en el rostro se su reina al tenerlo de frente, pensó de primeras que era solamente una ilusión de su cerebro, pero esta suposición quedó invalida después de ver el nuevo comportamiento de Olga, quien respondía y obedecía cada indicación sin chistar, algo que le pareció incluso antinatural.

Después de preparar lo necesario para el viaje (Por insistencia de la misma Olga) Chloe se dispuso a buscar a su reina a su alcoba real con el fin de aclarar de una vez por todas lo que estaba pasando.

- Espero que disculpe mi insistencia, mi Reina... Pero sólo usted podrá aclarar las incógnitas de mi cabeza -Pensó la mestiza rubia caminando por el pasillo del castillo, en dirección a la habitación real de Olga-

Pero Chloe no era la única que estaba sumergida en sus pensamientos: Dentro de la habitación de la elfo oscuro, Olga se encontraba de pie en medio de su cuarto, su vista se encontraba en dirección a sus manos desde hace varios minutos, pues no podía hacer que dejaran de temblar por los nervios que la carcomían desde la llegada del demonio Abaddon.

- Yo soy... La hechicera más poderosa en todo el continente... Miles se arrodillan a mis pies solamente con mi orden... -Olga murmuró a solas mientras miraba a sus manos, que no dejaban de temblar por más que se esforzara- ¿¿Porqué estoy temblando cual niña asustada??... ¿Es este el efecto que tan poderoso demonio provoca en los mortales con su presencia?

Antes de poder seguir aún más absorta en sus pensamientos, el golpeado a la puerta la regresó al mundo de golpe.

- Mi Reina, solicito su permiso para pasar -Chloe habló detrás de la puerta-

- Chloe... Puedes pasar -La elfo oscuro accedió a la petición de su sierva: viendo poco después como esta entraba a sus aposentos- Sucedió algo?

- Con todo respeto mi Reina, tendrá que ser un poco más clara; han pasado demasiadas cosas, pero lo que me interesa ahora es saber que es lo que está pasando con usted ahora! -La rubia exclamó con clara preocupación por su Reina, y lo más cercano que tenía a una madre- He estado a su servicio por años; Jamás se doblegó ante nadie sin importar quien fuera, pero ahora llegan dos malditos extraños y los obedece al pie de la letra. ¿Se encuentra usted bien? ¿Qué es lo que esos bastardos le han hecho ellos para que se comporte así?

- Ellos no... Me han hecho nada, Chloe. Esto es... Mucho más complejo de explicar -Olga le respondió tomando asiento a la orilla de su cama, suspirando en agotamiento- Y... Por tu propio bien espero que no se repita el llamarlos "malditos" o "bastardos" de nueva cuenta, entendido?

- Reina Olga, usted disculpará a su sierva, pero... Porqué los defiende tanto después de todo lo que han hecho? ¿Quiénes son esos sucios humanos para--

- Esos "sucios" como tú los llamas -Antes de dejarla terminar, la elfo oscuro se levantó de golpe ante Chloe, con la expresión más seria que pudo dedicarle a su mano derecha y amiga- Podrán ser lo que sea menos humanos...