Seth es el cachorro de la manda, acaba de transformarse, por lo qué Anhela tener a su impronta con el. Pero Seth jamás imagino que los ancestros lo recompensarían con aquello que durante tanto tiempo quizo.
Naila era una chica normal, quien nunca pe...
Durante la práctica de porristas intentó ignorar el hecho de que Seth está en las gradas mirándome atentamente. Y debido a esto no logro concentrarme en la rutina.
-Okey chicas, una vez más! Luego piden irse!-Las chicas y yo hicimos la posición final.
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-Muy bien. Es suficiente por hoy, pueden irse ya!-Me deje caer, aterrizando en los brazos de mis compañeras y salté al piso. Tome mis cosas, dispuesta a irme. Pero la voz de Amber me interrumpió.-¿Naila, podemos hablar un segundo?
-Claro, ¿que sucede?
-Nada, es solo que, quería decirte lo bien que lo has hecho como porrista.
-Oh, muchas gracias Amber, todas me han hecho sentir bienvenida y tú me has enseñado todo.
-No, no todo Naila. Tu talento es notorio.
-Muchas gracias.-Sonreí.
-Bueno, te llame porque quiero saber que opinas de ser la segunda al mando de las Snakes.
-¿Yo?, ¿Co-Capitana?
-Si, tú. Tienes una gran experiencia y talento. Eres la mejor opción.
-Es un gran honor, pero no sé si pueda.
-Claro que puedes. Yo sé que si.
-Pues, si así lo crees, acepto.
-Fantástico. Serás una Co-Capitana espectacular.
-Eso espero.-Amber se quedo mirando detrás de mi por unos segundos, cosa que me pareció extraño, pero al voltear no vi nada.-¿Que estás mirando?
-¿Que?, Ah, nada. Nos vemos mañana Naila.-Se despidió alejándose de mi.
-Nos vemos Am.-Me despedí de ella algo confundía por su actitud del momento, pero quitó eso de mi mente al momento en que mi teléfono comenzó a sonar. Lo saque de mi bolso y conteste. Era mi abuelo.-¿Abuelo?
-Hola Ángel. ¿Cómo estás?, ¿Como estuvo la práctica?
-Hola, estuvo bien. Amber habló conmigo y me ofreció ser Co-Capitana.
-Eso es fantástico. Te felicito.
-Gracias abuelo.
-Esto hay que celebrarlo. ¿Que te parece una película después de cenar con tus dulces favoritos.
-Suena fantástico.
-Entonces es un trato.
-Dime abuelo. ¿Ya vienes por mi?
-Si, en unos minutos estaré ahí. Espérame en la entrada de atrás.
-Esta bien, te espero.
-Okey Ángel, nos vemos en unos minutos.
-Adiós.-Corte la llamada y me encamine a la entrada trasera. La cual estaba muy cerca de las canchas donde entrenábamos. Mientras esperaba a mi abuelo decidí escuchar algo de música. Puse Play a Stitches de Shawn Mendes. Adoro esta canción. Junto con mi teléfono también saco mi cuaderno de Matemáticas, tengo tarea y debo hacerla, el examen será pronto, no puedo permitirme otra calificación insuficiente. Inevitablemente, los recuerdos y dudas siempre volvían a mi mente, ¿Quien era esa mujer?, ¿Que quería conmigo?, ¿Y porque su voz me sonaba tan familiar? Pues, podría jurar que nunca la he visto, o al menos eso creo. Bueno, la actitud de mis abuelos también es extraña, estoy segura que saben algo más y no me lo están diciendo. De lo contrario, ¿Porqué actuarían como lo están haciendo?. Algo muy, muy extraño está pasando aquí. Me juego lo que sea. Sentí unos toques en mi hombro, al voltear casi arrojo mi teléfono.
-Seth!. Dios, me asustaste.-El me mira apenado. Dejo mi cuaderno de lado levemente para mirarlo.
-Lo siento, no quise asustarte.-Se sienta a mi lado a una distancia más o menos prudente.
-¿Que estás haciendo aquí?
-¿Que no es obvio?, estoy cuidándote.-Rodé los ojos ante su comentario.
-Seth, ya te dije que no...
-Lo se, sé perfectamente lo que me dijiste. Pero ya te dije yo que no voy a complacerte. No voy a dejarte.
-Eres un testarudo.-Tome nuevamente mi cuaderno y seguí con los ejercicios de álgebra que estaban matándome. No entiendo nada!
-¿Que estás haciendo?.-Pregunta intentando mirar mi cuaderno. Lo ignoro.-¿Matemáticas?. Genial.-Ruedo mis ojos.-¿No te gustan?
-No, las detesto. No se me dan bien.
-No te creo eso.-Comenta el con gracia. Yo lo miro sin entender.
-¿Porqué lo dices?
-Vamos Naila, eres la mejor chica de la escuela, no creo que seas mala en algo. Tú eres increíble.-Sentí mis mejillas arder un poquito.
-Pues no soy tan increíble al parecer. No entiendo esto, no soy buena para nada en matemáticas.-Comentó frustrada.
-¿Necesitas ayuda?
-No.-Seth ríe y me quita el lápiz que tengo en la mano, junto con mi cuaderno.-¿Que haces?-Lo miro sin entender.
-Te ayudó en Matemáticas.-Dice el con una sonrisa.-Se me dan bien las mates.-Me mira con entusiasmo.-Ahora, dime, que es lo que no entiendes.-Me quede unos segundos callada, sorprendida ante su actitud. Pero finalmente accedí, Seth me explico todo con suma paciencia y claridad, tanto así que por primera vez logre entender los ejercicios de matemática, mientras escucha la explicación de Seth me quede mirando su rostro por algunos minutos, y muchos recuerdos vinieron a mi mente. Y entendí, el porque lo amaba y lo sigo amando. A pesar de todo, es un buen chico. Luego de 15 minutos divisé el auto de mi abuelo aparcar en la entrada.
-Mi abuelo llegó por mi.-Avisé, Seth cierra mi cuaderno y me lo entrega junto con mi lápiz. Me pongo de pie, tomando mis cosas, pero antes de irme me giro y me acerco a él, hasta que poso mis labios en su mejilla. Besándola.
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-Gracias por ayudarme Seth.-Susurre en su oído al separarme. Luego tome mi mochila y me encamine hasta donde mi abuelo me esperaba. Sin duda que las cosas entre Seth y yo dieron un giro.
