Me asustaba y me preocupaba que aquel dios se acercara a mí al día siguiente. Estaba muy nerviosa y no ayudó sufriera de nuevo uno de mis "ataques de amor". No me salieron escamas, pero sí me picaban los brazos, aparecieron las serpientes y sentí un huevo en la garganta. La peor parte seguía siendo la sensación de angustia al pensar en Héctor. Algo me decía que seguía en peligro, pero mi tía ya estaba demasiado preocupada así que no se lo comenté. A medianoche, como siempre, las serpientes y la angustia desaparecieron.

Al día siguiente, en el instituto, aquello que había logrado apartar de mi mente todo el fin de semana se plantó en mi cara. Elena y Héctor estaban saliendo, era oficial. Él venía entre clase y clase a hablar con ella, se echaban miraditas, pasaban el recreo juntos. Era insoportable. Afortunadamente conté con tres cosas que me ayudaron a distraerme: las bromas que el resto de mis compañeros hacían a costa de mi vomitona del viernes, Diego mirándome con aprensión cuando creía que no me daba cuenta y Tatiana.

Tatiana solo me dirigía la palabra para soltarme sus clásicas puyas, llamarme piojosa y reírse de mi vómito. Me trataba como si no hubiera dormido en mi casa. Le avergonzaba que nos relacionaran y fingía delante de los demás, pero sí que me escribía mensajes con el móvil y me preguntaba por las serpientes. Al parecer estaba muy confundida al respecto, lo cual era más lógico que su reacción del viernes. Me envió varios artículos sobre las avispas parásitas que ponen huevos en otros animales. Al parecer, esos huevos luego eclosionan y la nueva avispa crece dentro del animal parasitado.

09:52 * Tati: Es esto??

No le respondí hasta que acabó la siguiente clase.

10:54 * Yo: No

10:58 * Tati: De verdad te salían de la cabeza o era un truco? Dímelo

11:03 * Yo: Truco

Que Tatiana dudara de lo que había visto, que se planteara que las serpientes que había visto en mi cabeza eran un truco, me quitaba de encima una gran preocupación. Nuestra conversación secreta continuaba en los descansos de clase.

11:50 * Tati: cómo lo hiciste?

11:59 * Yo: magia

11:59 * Tati: no, cómo lo hiciste?

12:51 * Yo: magia

12:56 * Tati: no me vaciles

13:00 * Yo: es largo de explicar

13:49 * Tati: era muy real tía. Era un truco o no? Iba pedo pero estoy segura de que estaban en tu cabeza

13:49 * Tati: en tu cuero cabelludo

13:49 * Tati: era real?

No tenía sentido seguir negándolo.

13:50 * Yo: sí

14:01 * Tati: no estarías tan tranquila si fuera real. Era un truco?

14:48 * Yo: sí

Ella misma había inventado aquel juego y se estaba volviendo loca a sí misma, yo solo me divertía. Daba igual lo que contestara, ella desconfiaba de todas las respuestas.

Cuando acabaron las clases recogí mis cosas a toda prisa y traté de ser la primera en salir del instituto, pero no logré evitar ver lo que tanto había temido y me crucé con Elena y Héctor besándose en la puerta. Sentí como si mis costillas estrujaran a mi corazón. Dolía más que cuando les vi en el parque el viernes por la noche. Era doloroso saber que no estaban pasando el rato, que se gustaban de verdad. Intenté encontrarle el lado bueno, al menos ningún águila estaba comiéndose a Héctor. No estaría tan feliz si ese fuera el caso.

Cuervo (fantasía urbana)Where stories live. Discover now