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09. Pensamientos esporádicos

Nos hemos vuelto más comerciales, más públicos, más atrevidos. Y no me quejo, me encanta estar en las portadas, me gusta que la gente hable de mí, de mis logros, de lo que estoy haciendo y con quien. Pero de alguna manera, estoy sintiéndome extraño.

Creo que tiene que ver con el hecho de que hace unos días me topé con viejas publicaciones de blogs, revistas y actualizaciones de twitter, donde la gente hablaba de mí, de la música que estaba sacando y como de grande sería. También hablaban de Louis y de nuestra relación y posterior matrimonio.

Eso fue como una patada en las bolas.

No había pensado en Louis para nada, estando siempre ocupado y feliz en mi relación, claramente no tenía tiempo para pensar en mi ex. De hecho es raro hacerlo. Pero de alguna manera ahí está, en el fondo de mi consciencia, saliendo en forma de pensamientos esporádicos, que me asustan, me confunden y enfurecen en la misma cantidad.

Me importa una mierda Louis Tomlinson y su jodida vida.

Me vale un pepino lo que esté pasando con él.

Y no entiendo porque mi cabeza está traicionándome así.

Me digo a mi mismo que es el cansancio. Que necesito dormir muchísimas horas, tener una tarde de relajación y enviar a todo el mundo a tomar por culo y desconectarme. Eso verdaderamente suena como una maravilla.

Y creo que será algo que haré.

Pero tengo que ver que hago con Jason primero.

Me río, porque justamente cuando pienso en su nombre mi teléfono suena, hay una nueva notificación de mensaje con su nombre. El texto es simple, muy propio de él.

"Fiesta esta noche. Ponte guapo, nos vemos a las diez"

Maldigo en voz baja, mi cabeza latiendo con dolor en cada parpadeo. Las letras de mi libreta moviéndose, mi estómago se revuelve, mis extremidades se entumecen. Y lo único que puedo hacer, es moverme hacia el tacho de basura más cercano y vomitar.

Todo el contenido de mi estómago queda en ese contenedor de metal.

Me siento asqueado, cansado, fatigado. Así que en cuanto vuelvo a sentarme en el sofá, cierro mi libreta, poniéndola en la mesita que está al costado izquierdo y me tiendo. Cierro mis ojos, mis parpados doliendo y mi cabeza punzando.

La verdad, no me toma mucho quedarme dormido. 

* * * *

Despierto cerca de las siete de la tarde, asustado y confundido. Me toma unos minutos recomponerme y recordar que estoy en el estudio. Observo a todos lados y me doy cuenta de que continúo solo. Eso es un alivio, porque no podría lidiar con nadie de mi equipo ahora mismo.

Me pongo lentamente de pie, con cuidado debido a que aún estoy algo mareado. Tomo mi teléfono y me doy cuenta de que dormí más de tres horas. Tengo que ser sincero y decir que me siento más ligero y relajado. Suspiro y estiro mis extremidades, quitando todo rastro de pereza de mí. Me muevo hasta la esquina del estudio y tomo una botella de agua del mini bar, bebo la mitad en un par de tragos, refrescándome. Cuando noto que ya estoy bien, más despierto, cojo todas mis cosas, aviso a mi seguridad que estoy aquí y listo para irme, espero un par de minutos y tras el aviso de que están listos, salgo de allí.