Culpa (Luzuplay)

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Karmaland estaba de luto. Muchas cosas pasaron en los últimos meses, cuando un lugar o un grupo de personas cambia no suele ser por algo en especifico, sino por el conjunto de cosas que sucedieron paradojicamente. Como una enorme bola de nieve cayendo por una montaña repleta de nieve, a medida que cae se hace más y más grande, y al estrellarse el daño es aun mayor. Hasta lo más mínimo afectó al lugar que los nueve integrantes solían llamar hogar, acciones que de haberlas pensado con mas detenimiento, todo hubiese terminado de forma distinta. Pero eso es lo malo del tiempo, no se puede modificar. No puedes cambiar el pasada ni saber que pasara en el futuro, te tienes que guiar a través de suposiciones y si las cosas no salen como tu lo esperaste, pues hay que lidiar con ello y seguir adelante.

Karmaland estaba de luto. Habían perdido más que un amigo, más que un alcalde. Habían perdido a un integrante de la familia, a alguien que amaban con intensidad. Una persona carismática, que brindaba alegría y risas a toda Karmaland. Lolito había muerto, o eso creían, ya que se había desvanecido. No habían rastros de él por ningún lado, no habían postas que brindaran más información a la desaparición, nada. Nadie sabía por que, pero todos tenían sus sospechas y sus culpas. Nadie se habría imaginado que esto iba a pasar.

Las juntas, las reuniones, ya nada era lo mismo. Intentaban seguir adelante, reír, jugar, divertirse e intentar ser como lo eran originalmente, pero se les hacía difícil. Los ocho muchachos llevaban dentro un enorme dolor, que no les permitía seguir como si nada, por más que lo intenten. Todos, por lo menos en algún momento del día, terminaban en silencio completo sin poder expresarse o sin poder seguir con las bobadas. Por que... ¿Como podían jugar y reír cuando Lolito ya no estaba? Cuando su alcalde ya no estaba....

Pero era Auron quién más peso llevaba en su interior. Desde el día en que se anunció que Lolito había desaparecido, un dolor insoportable se aferró a su corazón y no lo pudo sacar con nada. Lolito, su mano derecha, ya no estaba. Todos esos momentos, todos esos días laborales juntos, los favores, las maldades recíprocas, las bromas, todo se había ido junto a Lolito. Y también parte de él. Ya no veía las cosas como antes, ya no bromeaba como antes. Todo le hacía recordar a su mano derecha, a su amigo, a su hermano. Y no era solo el dolor que no lo dejaba seguir adelante, sino la culpa. Pues es la culpa un sentimiento tan pesado que se te aferra como cadenas, que no te permite caminar, que te arrastra con ella y te carcome por dentro. Auron se sentía culpable, y lo tenía muy guardado a punto de explotar.

Y así fue, una tarde de verano, como Auron explotó.

Había despertado como cualquier otro día, dentro de su casa, con Frederick a su lado haciéndole compañía. Era verano por lo tanto hacía bastante calor, aun no sabia como estaba el sol pero por la temperatura podía imaginarlo súper fuerte y brillante. Se sienta unos minutos en la cama, pensando en todo. Se sentía pesado, cada día se sentía peor, como si se consumiera aun mas con el paso del tiempo. Se pasea los dedos por el cabello y suelta un denso suspiro, practica su mejor sonrisa, y logra ponerse de pie. Por poco vuelve a la cama, el impulso de solo acostarse tapado hasta la nariz y quedarse haciendo nada, solo respirando, era muy fuerte pero lo controlaba aun. No podía preocupar a los demás, no después de lo que pasó. Observa sus manos anaranjadas debido a la maldición que Luzu le había arrojado, y eso parece aliviarle un poco el dolor. Luzu. Recordó que ese día le había prometido ir a cazar juntos, así que por fin se levanta por completo y camina hasta sus cofres.

No los tenía muy ordenados a decir verdad. Era bastante des prolijo, pero las cosas importantes siempre sabía donde encontrarlas. Y como importante se refería no solo a sus armas, pero sino también a los regalos, como los que le dio Lolito y los de Luzu. Los mira detenidamente un segundo y vuelve a guardarlos. Agarra su arma, sus dardos tranquilizantes, sus redes, comida, un pico, una pala y una espada solo por seguridad. Sale y, como predijo, el sol estaba insoportable. Su piel brillaba aun más naranja ante los rayos del sol, se preguntaba cuando iría Luzu a darle la cura a tal maldición, después de todo lo que pasaron juntos. Luzu, ese chico solía rondar bastante por la cabeza de Auron, y tan solo escucharlo hablar solía aliviar el agobio que llevaba dentro. Era un muy buen amigo, se afirmaba a él mismo Auron, aunque muy en el fondo la idea de amigo no parecía encajar a la perfección. Pero prefería no hablar de eso,sobretodo cuando faltaba Lolito, no parecía justo.

Karmaland fanfic (one shot)Where stories live. Discover now