- es arsénico – le dije, ella se detuvo, cubrió sus ojos con su mano

- como es... - ella dijo casi al borde del llanto

- mamá, el veneno estaba en la copa de Lady Kara, es evidente que a quien quieren eliminar es a ella – ella retiró su mano, volteó y miró al Emir idiota

- ¡FUISTE TÚ! – caminó hacia él, lo agarró de la túnica y lo empujó muy fuerte contra la pared, se escuchó la cabeza del hombre golpear contra la estructura

- no... no sé de qué me hablas – tartamudeó, su mirada era de pavor

- ¡TU LA ENVENESASTE! – mi madre levantó la mano y le propinó un fuerte golpe directo al rostro, la nariz del hombre empezó a sangrar copiosamente - ¡VOY A MATARTE! – otro golpe más

- yo... yo no... fui – murmuró en medio del llanto

- ¡NO TE CREO! – ella lo soltó y le dio un puño más en el estómago, haciendo que el se arrodillara y devolviera todo lo que había consumido, hice un gesto de asco – asqueroso, ¡ENCIERRENLO! – los soldados lo levantaron de los brazos y se lo llevaron lejos de nuestras vistas, mi madre volvió para encararme, yo me cuadré firme – debemos averiguar quién hizo esto – dijo agitada, yo asentí

- ¿no fue James? – preguntó Alex

- no, eso fue solo para despistar, quien puso el veneno sigue libre – mencionó mi madre en voz baja

- ¿Lena estará bien? – las lágrimas no paraban, quería ir para verla

- si cariño, es una chica fuerte... - me respondió mi mamá

- ¿Qué pasará ahora? – Alex se notaba preocupada

- Lady Kara debe hacerse cargo del reino – dijo mi madre, y tenía sentido, al faltar la sultana, entonces su pareja era la sucesora en la línea al trono - ¡LA FIESTA HA TERMINADO! – la gente empezó a salir asustada del sitio entre conversaciones – Sam... quiero que interrogues a la servidumbre – me pidió

- ¿puedo ayudar? – mi Alex pidió

- sí, muchas gracias – mi madre sonrió triste, asentí y me encaminé con Alex rumbo a las cocinas

- con Lady Kara querían que fuera de inmediato... no se tomaron la molestia de envenenarla como hicieron con el viejo – dije en voz baja

- ¿Por qué crees que fue así? –

- querían inculpar al Emir... - dije contundente - querían despistarnos –

- pero... ¿Por qué Kara? – la detuve y nos situamos en una esquina apartada

- no lo sé cariño... lo único que sé, es que Lena salvó a tu hermana, tal vez se dio cuenta de que el vino estaba envenenado y lo tomó –

- ¿Por qué lo hizo?, decir, si es como dices, solo hubiese avisado que estaba envenenado –

- no, ella quería comprarnos tiempo, y debemos aprovecharlo, debemos saber quién está tras todo esto –

- está bien... - continuamos nuestro camino

Mientras nos acercábamos a las cocinas, escuchábamos fuertes llantos y gritos, nos apresuramos a llegar, y en cuanto lo hicimos nos topamos con una lamentable escena... una mujer yacía colgada de uno de los candelabros de la cocina

- ¿Qué ocurrió? – nos acercamos a la servidumbre

- se ha suicidado – dice uno de los sirvientes, de inmediato miro a Alex – bájenla – ordené a los guardias, ellos se subieron al mesón para hacer lo pedido, en cuanto la bajaron la recostaron en el suelo, me hinqué para verla más de cerca, la mujer tenía rasguños en el área del cuello

LA OTRA CARA DE LA GUERRAWhere stories live. Discover now