¿Esperas Por Mi?

Dia juntos y de declaraciones

-Mamá, ya me voy. No llego tarde. -Me despedí de mamá mientras salía por la puerta para al mismo tiempo encontrarme con Efraín afuera de mi casa.

-Hola Princesa, te ves muy linda. -Bufé. Para él siempre estoy "Linda "

-Gracias, aunque creo que estoy normal - Junté las cejas cuando vi lo que traía puesto. En verdad estoy sencilla- Como sea, ya vamonos, hay que aprovechar el tiempo.

Decidimos irnos caminando ya que íbamos al parque y no estaba tan lejos, además queríamos estar juntos todo el tiempo que fuera posible. El llevaba en sus manos una caja de pizza (A petición mía ) Y yo llevaba algunos postres, bebidas y una manta, todo esto dentro de una pequeña canasta.

Y después de estar charlando llegamos a nuestro destino. Extendí la manta en el pasto y luego nos sentamos. Empecé a sacar las cosas y escuché a Efraín que soltó una carcajada y yo enarqué una ceja.

-Eres un pequeño monstruo ¡Comes demasiado!- Yo lo miré confundida- Mira, aparte de la pizza traes sándwiches sin contar todo lo que llevas dentro.

-Eso no es nada -Encogí los hombros -Además, tu comes bastante también. -Dije abriendo la caja de pizza para sacar un trozo, darle una mordida y dársela a él.

Él negó con la cabeza pero a la vez estaba riendo.

-Soy un hombre en desarrollo, es normal - Ahora le dio una mordida a la pizza que yo le había pasado- Y gracias por marcar territorio siempre en mi comida ¿Eh? -Es cierto, siempre que tenía la oportunidad le daba una mordida a su comida.

Y así pasó la tarde, eran aproximadamente las 5:30pm y casi teníamos que irnos. Me gustaba tanto estar con él, admirar su rostro, era tan hermoso, ésos ojos verdes que tanto me gustaron la primera vez que lo vi, y su cabello castaño que rozaban ligeramente su cuello y caía sobre su frente.

-Oye- Empezó a hablar - Sabes, ya me voy mañana, pero no quería irme sin antes recordarte algo...

-¿Sí? - Lo animé para que siguiera hablando.

-Bueno, sabes que eres muy especial para mí, y que... -Estaba nervioso y me estaba poniendo nerviosa a mi - Me gustas -Logró decir finalmente - Me gustas mucho, y no es un secreto, y tampoco es un secreto que tú también sientes lo mismo que yo -Mi corazón estaba totalmente acelerado. - Y no quería que tuvieras ninguna duda sobre éso, eres la única chica que logró ganar mi corazón -Rió - Y como no, si estás en mi vida desde los once años, sería imposible que no me enamorara de alguien como tú, tan especial. 

-Sí - Suspiré- También me gustas mucho, te quiero muchísimo y... -Los ojos se me empezaron a aguar. No podía casi ni hablar - Eres demasiado especial para mi, te voy a extrañar mucho. - Dije finalmente con lágrimas corriendo por mis mejillas.

Me acercó hasta él para abrazarme, fue un abrazo tierno pero a la vez triste, yo estaba llorando y él estaba intentado calmarme. Se separó un poco de mí y acercó su rostro al mío, cerró los ojos.

Me iba a besar.

Nos íbamos a besar.

Pero.

Me separé antes de que nuestros labios se unieran, y toqué ligeramente su rostro para después hablar. Él me vio confundido.

-Créeme, he esperado el dia en el que finalmente pueda besarte -Reí tímidamente -Pero no quiero que sea en éstas circunstancias, me explico. No quiero que ésto sea algo momentáneo, quiero que sea real, no quiero que sea la triste historia en donde sólo se recuerda el triste beso de la despedida, cuando pase, quiero tener la certeza de que volverá a pasar, de que sea real y esté segura que no será el último el beso, y que no sólo lo recordemos como esos besos que se dan los niños pequeños sin ninguna importancia, aunque sea inocente -Encogí los hombros al momento que jugaba con mis dedos - Lo siento.

-No tienes por qué disculparte, no hiciste nada malo. Tienes razón, no quiero algo así. -Rió.

Me puse de pie y rápidamente recogí todo lo que habíamos dejado tirado.

-Tenemos que irnos, tienes que terminar de empacar y se está haciendo tarde.

-Es cierto, pero antes -Tomó mi rostro y deposito un dulce y suave beso en mi mejilla - Ahora sí, vamonos.

Y yo como una tonta, sonriendo. Y prácticamente lo rechacé.

¿Pero qué acabo de hacer?