Capítulo I: Una triste realidad

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Capítulo I: Una tristerealidad


La ciudad ardía a través del enormeventanal del Gran Salón.

El pequeño príncipe con los ojosllorosos y la ropa cubierta de polvo contemplaba sollozando como elReino se desmoronaba ante sus ojos. No podía creer lo que estabaviendo, se quedó petrificado sin saber qué hacer.

- ¡Príncipe! - gritó un soldado quese acercaba corriendo al joven.

- ¡Hal! Padre y Madre, ¿dónde están?¿Por qué el Reino está en llamas? - dijo el príncipe con vozasustada al percatarse del soldado.

Hal se apuró a limpiarse el sudor quecorría por su frente cubierta de heridas y sangre seca, respirabaentrecortadamente por el esfuerzo realizado, cogió algo de aire.

– He venido por usted joven amo, suspadres están a salvo. Le llevaré con ellos ahora mismo – dijoHal.

El príncipe volvió a insistir, estavez más calmado, sobre lo que estaba ocurriendo en el Reino. Haltragó saliva.

– Estamos siendo atacados porLiterian, joven amo, debemos huir. No somos rivales para ellos –mientras hablaba, Hal miraba de reojo por el ventanal del Gran Salónel reino arder. Cogió con decisión la mano del joven príncipe yambos huyeron corriendo por la habitación hasta la puerta principal.

Una vez allí el joven príncipe empezóa percatarse de que el Palacio estaba en llamas, el aire empezaba afaltar mientras una cantidad abundante de humo se hacia con elcontrol de los pasillos interiores. Hal se arrancó parte de la mangade la camisa y se la dio al príncipe.

- Cúbrase la nariz y la boca con estojoven amo y súbase a mis brazos, vamos a tener que cruzar el fuego-, el príncipe asintió, cogió el trozo de tela y cumplió con loque Hal le había dicho.

Hal subió al joven a sus brazos yempezó a correr a través del pasillo en llamas. Pasados unosmomentos Hal salió cubierto de hollín y empapado de sudor, soltóal príncipe lejos de la ardiente escena y cogió aire repetidasveces.

- Hal, por favor... ¿qué estápasando? - dijo el príncipe con los ojos llorosos mientras seacercaba al veterano soldado.

- Joven amo, Literian es el peor grupode mercenarios mágicos que existe – cogió aire y prosiguió –Nuestro reino no es capaz de hacerles el más mínimo daño, debollevarlo junto a sus padres al Búnker Real, son mis órdenes – sesacudió el hollín del traje rojizo y se limpió la frente, cuandofue a coger la mano del príncipe éste se la apartó.

- Hal, ¿y los aldeanos? ¿y misamigos? ¿y los demás soldados? - dijo angustiado el príncipemientras una lágrima empezaba a recorrer su mejilla.

- Joven amo... Me temo que... - tragósaliva, guardó un momento de silencio y se preparó para seguir –Literian no deja supervivientes, no hay esperanzas de que quede nadiecon vida después de su paso... Excepto para ustedes -.

El príncipe le agarró fuertemente lamano a Hal y empezó a llorar.

- Joven amo, el Búnker Real estáprotegido por magia ancestral de Luz, no tiene de qué preocuparse –dijo Hal mientras le acariciaba la cabeza al joven príncipe en formade consuelo – Sobrevivirán por el bien de Saedra -.

- No, Hal, no quiero vivir en un Reinodevastado sin nadie con quien sonreír, no quiero que mueras Hal, nitú ni nadie... – dijo el príncipe entre lloros.

- No moriré joven amo, pero ahoraperdóneme... – dijo Hal mientras apartaba con delicadeza al jovenpríncipe.

- ¿Por qué he de perdonar...? - elpríncipe cayó inconsciente tras una palmada seca que le propinóHal en la parte lateral de su cuello. El veterano guerrero cogió aljoven príncipe y esbozando una leve sonrisa de orgullo hacia susoberano le limpió las lágrimas de los ojos y se apresuró a salirde palacio dirección al Búnker Real que se encontraba en la parteexterior trasera.

L.E.T. Me OutOn viuen les histories. Descobreix ara