Luzuplay Month

Día 3: Frederick / Manolo

La imagen ha sido creada por @es_tichi

Luzu y Auron estaban enfadados, bueno, Luzu estaba enfadado con Auron y éste no ponía mucho de su parte para solucionarlo gracias a su orgullo, no se hablaban desde que había sucedido lo de las elecciones, o sea, desde hace meses. Hasta Lolito estaba preocupado, incluso aunque Luzu no fuese su persona favorita, sabía lo mucho que se querían antes de que todo aquello sucediese, por lo que nunca pensó que su distanciamiento duraría tanto. Le dolía ver a su mano derecha tan destrozado por el tema, quería hacer algo para reconciliarlos, pero no sabía el qué. Por suerte para él, no era el único que se sentía así, todos los héroes querían que aquellos dos arreglasen sus problemas, aunque los que se decidieron a hacer algo al final fue un trío que, si bien no eran malintencionados, les gustaba causar el caos allá donde iban, llamándose hermanos entre sí por el amor común que le tenían a lo oscuro. Así es, la Hermandad Oscura había decidido que reconciliaría a ese par, ahora, la forma de hacerlo iba a ser... poco ortodoxa que digamos.

Auron volvía a casa después de un duro día de trabajo en el ayuntamiento, estaba agotado, si tuviese su forma humana se podrían ver unas profundas ojeras bajo sus ojos. Una vez entró, fue en busca de su hijo más querido, el primero que tuvo, Frederick. Quería tumbarse en la cama abrazado a él para darle mimitos y así animarse un poco, además, con todo el trabajo le tenía un poco abandonado. Le buscó por toda la casa, revisó en cada rincón, pero su querido hijo no aparecía, el miedo le atravesó como una cuchilla de frío hielo, estancándose en su estómago. Salió corriendo de la casa para buscarle por los alrededores, pero no lo encontró por ningún lado, objetivamente sabía que su niño no podría haber abierto las puertas de retina, pero no quiso creer las otras opciones hasta que no le encontró en ningún sitio, Frederick había sido secuestrado, o peor, asesinado. Tragó saliva, poniéndose peor al pensar eso último.

Se llevó las manos a la cabeza, tratando de averiguar quién tendría motivos suficientes para secuestrar al que todos sabían que era su más amada mascota. Estaba seguro de que no lo habrían hecho por cualquier tontería, sus amigos no eran tan cabrones como para eso, así que en seguida un nombre apareció en su mente, la persona a la que más daño había hecho de forma irreversible, la persona que le ayudó desde el primer momento que puso un pie en Karmaland, la persona que le dio una etiqueta para Frederick, dándole así al mismo, y por lo tanto, el único que tenía derecho a arrebatárselo. Luzu. Antes de poder procesar toda aquella información ya estaba corriendo hacia la casa del castaño mientras rezaba a todos los dioses para que su pequeño estuviese bien, sano y salvo. Llegó al portón que daba pie al jardín para empezar a aporrearlo con todas sus fuerzas, las torretas le estaban disparando, pero en ese momento no podía importarle menos.

-¡Luzu! ¡Abre, cerdo! ¡Luzu! -Gritaba a pleno pulmón cada vez más desesperado. En cuanto escuchó los gritos, el castaño salió a ver qué pasaba.

-¿Auron? -Se quedó sorprendido al ver al psicólogo ahí, gritando desesperado sobre un charco de su sangre por culpa de las torretas. Al ver eso, rápidamente fue a desactivarlas- ¡Auron, quita de ahí! ¿No ves que estás a punto de morir? -A pesar de todo, no podía evitar seguir preocupándose por él. Una vez las desactivó, se acerco a él- ¿Qué necesitas, Auron? -Habló con el tono monótono que había adoptado tras las elecciones- Pasa a mi casa, necesitas primeros auxilios, podemos hablar mientras te curamos -Se podía notar una cierta urgencia en el tono, no podía esconder que le preocupaba mucho ver al otro así. Sin embargo, Auron se agarró a su sudadera con desesperación, sin dejarle dar un paso más.

-Luzu, te lo suplico, sé que te he hecho mucho daño, pero Frederick no tiene nada que ver con esto, por favor, por favor, devuélvemelo, no le hagas daño, es lo único que te pido -Parecía que había perdido la razón