Kotetsu y Tanjiro estaban gritando y hacían todo tipo de caras y movimientos raros por la emoción ante tal descubrimiento.
-Quien lo iba a decir... el tesoro escondido... el arma legendaria... siempre estuvo aquí, dentro de la muñeca- murmuro Tetsuko.
-Debe ser una espada de mas de 300 años o algo por el estilo!
-Si, eso debe ser. Y ahora que?!- grito Tanjiro.
-Entiendo como se sienten, pero deben calmarse.
-No podemos evitar emocionarnos!- dijeron ambos.
-AH! Tanjiro-san, puedes quedártela!- dijo Kotetsu- por favor, tómala!
-No no no, no puedo- respondió- el muñeco aguanto por años los golpes de espadas, solo fue suerte que mi golpe la rompiera!
-No seas modesto, Tanjiro- le dijo Tetsuko- si Kotetsu dice que puedes tenerla entonces tómala.
-Ademas, estabas en aprietos porque tu espada no seria forjada, verdad?- dijo Kotetsu- bueno, entonces ve y toma esa, ya lo he dicho!
-El metal forjado en la era sengoku es de muy buena calidad...- dijo Tetsuko- quieren sacarla ahora?
-Si, queremos sacarla!- gritaron en respuesta.
Tanjiro tomo la espada de las manos de Tetsuko y la desenfundo hasta la mitad.
La espada estaba oxidada.
-Es cierto... a pesar de ser una buena espada, han pasado 300 años... y nadie ha puesto sus manos en ella, mucho menos sabían de ella.
-Perdona por ilusionarte por nada...- dijo Kotetsu con desilusión.
-Esta bien! no te preocupes por eso!-Tanjiro trato de restarle importancia, pero sus ojos no dejaban de expulsar grandes cantidades de lagrimas.
-Waaahhh! Tanjiro-san, lo siento!- grito el mas joven.
En ese momento se escucharon removerse unos arbustos a lo lejos, seguido de esto, los chicos vieron una gran y musculosa sombra acercarse entre los arboles.
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-Wah! quien es?!
-Haganezuka -san?!
-Hotaru...- susurro Tetsuko, sorprendida.
Y no era para menos aquella sorpresa del trió, pues Hotaru Haganezuka había aparecido ante ellos con un cuerpo marcado y musculoso.
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-Oi todo, déjenmelo a mi- dijo el mayor.
-Que te dejemos que cosa?!- grito Tetsuko- ni siquiera haz querido cumplir con tu deber como herrero de Tanjiro!- Tetsuko tomo la espada en sus manos-no te daremos nada!
Ambos empezaron a pelear por la espada.
-Déjamelo a mi...
-Por favor, suéltala! ADEMAS! POR QUE INTENTAS LLEVÁRTELA?!
-Déjamela.
-No! le pertenece a Tanjiro, así lo decidió Kotetsu!
-NO! dejártela para que?! para que la jodas y la vuelvas mierda como todas las demás?! Acéptalo ya, todo lo que tocas lo destruyes!- exploto Tetsuko, casi al borde de las lagrimas.
Fue entonces cuando Haganezuka reacciono con mas violencia.
-Estoy diciendo que me lo dejes a mi!- grito Hotaru mientras le arrebataba la espada a Tetsuko y empezaba a girarla.
-WAAH! eso no es algo que haría un adulto, compórtate como tal!!- le grito Tetsuko- estoy harta de tu actitud!
-Que has dicho tu... hahahahah!!
-Chicos, el punto débil de Haganezuka son sus costillas, denle aquí- dijo kanamori apareciendo detrás de Hotaru- cosquillas, cosquillas.
-Kanamori-san!- grito el trió.
-Hola a todos- saludo el recién llegado- Haganezuka-san caerá como estropajo después de que le hagan cosquillas, recuerden eso, les sera de ayuda en momentos así- siguió explicando- y por favor, perdonen al tipo. estaba entrenando en las montañas.
-Entrenando?
-Si, estaba intentando crear una espada poderosa, para que ustedes no pudieran morir, aunque el no podría ser sincero y decirlo el mismo- dijo el hombre mientras veía como Tetsuko le pasaba piedras a Kotetsu para pegarle a un desmayado Hotaru- existen cosas... que Haganezuka-san, es incapaz de decir en voz alta.
-Es así...?- murmuro Tanjiro-esa es la razón por la que Haganezuka-san y Tetsuko, no se llevan bien?
Kanamori lo vio en silencio.
-Quien sabe... hasta donde yo se, ambos tienen personalidades similares- murmuro el hombre- solo que uno se controla mas que el otro. tal vez por eso suelen chocar tanto... y por otras cosas mas.
-Ademas es malísimo para llevarse bien con la gente, por eso es que aun no se puede casar- dijo Kotetsu- eso y que Tetsuko aun no le dice que...
-CALLATE! por otra parte... Por que rayos esta... des..desnudo...?- le pregunto Tetsuko a Kanamori.
-Como dije estuvo entrenando en las montañas- siguió explicando el hombre- como ya sabrán, todos los otros espadachines odian a Haganezuka-san y ha perdido un sinfín de clientes...
-No me imagino porque seria...
-Si bueno... Tanjiro-dono sigue pidiéndole que le haga mas espadas y Tetsuko-san, tu atesoras mucho la espada que te hizo, nunca la haz roto. Por lo que creo que esta feliz.
-Nunca la haz roto, como es eso?- pregunto Tanjiro.
-Con el tiempo... aprendí a como darle descanso a los demonios, sin ejercer tanta fuerza y presión en la espada- explico la chica- solo que... fue un tanto difícil- dijo mientras quitaba su chaleco del uniforme y abría su camisa- muy, muy difícil.
Su pecho estaba cubierto por unas vendas, pero se podía ver como todo el torso y brazos de la chica estaban cubiertos de cicatrices y seguramente la parte inferior de su cuerpo estaba igual.
