—Han sido condenados a pena de muerte por la negación de la existencia de Dios, además de no aceptar a la iglesia católica y por injuriar a la corona.

—¿Qué? —susurró la esposa —¿De que está hablando?

—Lo que dije anteriormente serán condenados a pena de muerte, por medio de decapitación. 

—¡Suéltenme! —chillo el padre de ambos pequeños mientras trataba de soltarse de aquel agarre. —Esperen... mis hijos...mis niños...

—¡Vamos! —alzo la voz uno de los miembros y salieron de aquella casa.

Los dos menores perplejos ante la escena no sabían que hacer, Seokjin se limitó a abrazar a su hermano menor quien no lograba musitar palabra alguna, con tan solo 17 años Seokjin sabía lo que pasaba, pero su hermano de 15 años aun no entendía muy bien aquello, y es aquí donde surgió una gran duda en la cabeza de Kim Seokjin, ¿Era necesario acaso creer en un Dios para recibir el paraíso? o ¿Acaso se debía creer en un Dios para que no te mataran?, ¿Acaso Dios no era un hombre de bondad que ante sus ojos valía más los actos que el propio pensamiento del creer o el no creer ?. Ante todas aquellas dudas que surgían a mares en la cabeza del pequeño Kim Seokjin, la puerta fue abierta por una persona que conocían exactamente sus dos tíos quienes rápidamente los sacaron de allí y los llevaron a sus casas explicándoles lo que acababa de pasar hace unos momentos, y que mañana tenían que estar presentes ante un tipo de corte para testificar, cosa la cual era mentira pero ellos no lo sabría hasta ver con sus propios ojos algo tan inhumano y cruel hecho por el hombre.


Aquella mañana 28 de septiembre era una mañana un tanto triste y vacía para ambos menores, el mayor temía por lo que pudiese pasar, soltó un suspiro y dio una señal a su hermano para que lo siguiera junto con la que era su tía, se suponía que iban a la plaza a comprar unas cuantas cosas pero al llegar allí Seokjin se había dado cuenta de que esto no era así que ella los había traído por otra cosa la cual no era ir a comprar comida o siquiera algún alimento y que en camino más allá no irían a ningún tipo de corte para rescatar a sus padres, miro atentamente a unos metros como personas iban rodeando aquella escena en un tipo de tarima en medio de la gran plaza, su tía con un gesto extraño en su rostro les dijo que se acercaran y así lo hicieron sin darse cuenta de lo que verían a continuación....

—Damas y caballeros admiren a estos dos pecadores, los cuales pagaran con la muerte por retar no solo a la iglesia si no al mismísimo Dios y por injuriar a la corona de Francia —hablo un hombre fuertemente para que todos los presentes escucharan aquello.

Ambos menores miraban la escena totalmente aterrorizados allí adelante no estaba cualquier persona, estaban sus dos padres que con tan solo unos segundos les basto darse cuenta de que sus hijos estaban allí y que estos iban a presenciar su propia muerte de la manera más cruel e inhumana, el joven Kim Seokjin sin palabra alguna admiro como ambas personas que tanto amor le dieron y que el tanto amaba en su mundo eran tratadas como animales sin un pizca de humanidad, veía como cada lagrima brotaba de los ojos de su madre y su padre mientras lo miraban fijamente implorando que no lo viesen y que se fueran lejos, pero ello no fue así, el miembro de la iglesia hablo y el verdugo levanto su pesada hacha espero a que posicionaran al criminal o al pecador para cortarle rápidamente en un fino corte la cabeza, los ojos de Seokjin se aguaron rápidamente mientras veía como aquel hombre que era su padre daba un último suspiro rendido y aquel verdugo cortaba su cabeza sin remordimiento alguno

—Papa.....

Susurro por lo bajo mientras con una mirada atónita miraba a su hermano menor que soltaba lagrimas mirando aquella escena totalmente destruido, desvió su mirada y ahora miro a su madre sollozando aún más, por el simple hecho de que no la vería más, de que no tendría un pequeño beso en su frente o un abrazo cuando se lastimara o solamente estuviese herido por cualquier cosa tonta, ya no tendría unos cálidos brazos a los cuales correr para refugiarse, tomo la mano de su hermano y apretó está fuertemente mientras veía como su madre sollozaba y daba su ultimo respiro antes de que cortaran su cabeza la cual rodó a solo unos cuantos centímetros viendo en aquel rostro inexpresivo a la propia muerte, quiso gritar en aquel momento pero no pudo el nudo en su garganta no lo dejaba y el tan solo pensar que ellos se habían ido no lo podía asimilar, miro a aquel ser que tanto amaba el cual era Kim Taehyung su propio hermano y lo abrazo fuertemente mientras mentalmente se repetía una y otra vez que creería en un Dios pero nunca creería en la bondad de este y aún más que este fuese lleno de amor porque desde allí descubrió la cara hipócrita de Dios y de sus servidores, desde ese entonces Kim Seokjin... empezó a odiar a ese ser al que alguna vez le suplico llorando por clemencia......

The Vampire (Libro I) - Taekook / VkookWhere stories live. Discover now