La rosas no son rojas (M.Y.G; BTS)

Capitulo 2

Me encontraba en hora libre y decidí quedarme en el salón, todos habían salido y también Min, eso de no tener amigos era horrible, trate de hacer algunas amigas, pero todas me ignoraban, me rendí tan rápido como inicie.

— Hola.
— ¿Hay clases aquí?
— No que yo sepa, quería preguntarte si tú eres Noemi, la chica que estaba con Suga.
— Si, yo estaba con él, pero ya se fue a su otra materia.
— Me llamo JungKook un gusto. — tomo mi mano y deposito un beso en los nudillos.

Retiré mi mano tan rápido como sentí los labios del chico en mi piel, esa clase de formalidades ya habían pasado de moda y me costaba un poco no sentirme incomoda ante ese tipo de cosas.

— Suga nos ha hablado de ti. — comento rompiendo el silencio.
— Que lindo y amable es.
— De que eres su novia.
— Espera ¿Qué? Yo no ando con nadie, es mas no tengo interés en tener una pareja por ahora. — replico Noemi.
— Anda con Suga, por favor, todos sus amigos te lo suplicamos.

Me resultaba más incómodo que me pidieran que fuera la amiga de un chico al cual conocí hace dos horas atrás, prefiero mil veces los besos en la mano que me pidan ese tipo de cosas.

Min era un chico lindo y atractivo, pero no era lo suficiente para que yo anduviera con él, mi interés amoroso estaba por debajo de ser alguien en esta vida y tener una carrera universitaria, como un trabajo estable y bien pagado.

— ¿Para qué? 
— Es que andar detrás de Julia solo le traerá problemas y peleas con los jugadores de fútbol americano.

Bueno en una cosa había acertado, esos chicos si eran jugadores de fútbol americano y el director al parecer no los tenía tan controlados para evitar un accidente.

— Lo siento, pero ese no es mi problema.
— Es mi amigo y no lo quiero ver metido en problemas.
— ¿Y quieres que sea su novia de mentiras?
— Si, anda con él un tiempo, luego lo cortas y listo, nosotros podemos ayudarlo a superarte, te hablara bien después y te pagaremos.

Me resultaba muy incómodo hasta donde se había tornado esta situación, ocupaba el dinero en lo que conseguía un trabajo, esa era mi primera prioridad, pero no sé si sea bueno lastimar a un chico solo para que olvide a su crush, era una forma fácil de conseguir dinero y una forma fácil que el único chico del campus que me ofreció su amistad y confianza me odie para siempre.

— Bueno, pero tengo una duda ¿Cómo lo voy a enamorar si no lo conozco?
— Nosotros te vamos a ayudar.
— ¿Hay más personas involucradas en esto?
— Que raro, ¿Suga no te hablo de sus amigos?
— Solo conocí a un Jin y hasta donde yo recuerde nunca tocamos el tema de amistades.
— No te preocupes, te presentare al resto después y te vamos a ayudar a conquistarlo. Te dejo mi número y paso por ti en la noche, me marcas como a eso de las 5, estaré libre a esa hora.

Tome aquel papel el cual tenía el nombre del chico y uno números escritos en ella, sabía que me estaba metiendo en un problema muy grande y de lo cual me costaría la confianza de un chico amable, no sé en qué me estaba convirtiendo, a veces deseaba que Emma estuviera aquí conmigo, ella me daría un consejo correcto para esto. 

— ¿Este secreto quedara entre nosotros? — pregunte con voz débil.
— Obvio no debes contarle a nadie, ni a tus amigas, solo por seguridad, para que él no sepa, no quisiera saber cómo se pondría si se entera que estamos tratando de sabotear su relación inexistente con Julia.
— Esta bien, me tengo que ir, te juro que te llamo en la tarde, pero necesito adelantar mi mudanza. — tome mi mochila y camine a la puerta del salón.

Tome mi celular y anote el número que él me había escrito en aquella hoja guardándolo con el apodo de ''galleta'' su nombre me sonaba más como a la marca de unas galletas que un nombre de otra parte del mundo. Camine al salón próximo el cual sería de mi siguiente materia.

Una vez que las clases finalizaron tome mis cosas y camine a mi casa, había pasado mucho tiempo desde que había venido a Nueva York a pasar las vacaciones de invierno en esta bella ciudad, por lo cual no me acordaba mucho donde quedaba la casa de vacaciones de mis padres, pero me habían dado un croquis y algunas indicaciones para evitar que me perdiera. Llegue a una casa con tones azules de dos pisos, frente a mí se levantaba una reja negra, tome las llaves y la introduje en la chapa, rezaba porque fuera mi casa y no me hubiera equivocado, no querían que pensaran que era algún tipo de ladrona, por suerte el seguro se movió dejándome abrir la puerta y poder entrar. Al entrar en la casa un millón de recuerdos se instalaron en mi mente, había olvidado como se veía la sala de esta linda casa, frente a mi estaba una chimenea con varias fotos de mí y mi hermana, como de mis padres cuando eran jóvenes y cuando se casaron. Le habían cambiado algunas cosas como algunos muebles, alfombras y persianas, pero el resto seguía igual como lo recordaba, una casa con tres habitaciones, sería bueno tener algún compañero o compañera más que nada para dividir los gastos, necesitaba conocer más gente y volver a ser un poco más social.