💞La atracción de los polos➕&➖‼️

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Uraraka:

El clima no era aliado de nosotros este día, el cielo estaba repleto de nubes negras que descargan gotas de lluvia a montones, el pronóstico del clima ayer decía que iba a estar despejado y soleado, un día indicado para ir a la playa y celebrar nuestro primer mes juntos siendo pareja, pero parece que la madre naturaleza está de malas hoy.

Me levanté muy temprano hoy para alistar las cosas que íbamos a llevar a Tatadohama, una playa que queda a tres horas de Tokyo, y por lo que escuche recientemente en las noticias será en vano ir ya que llovería todo el día. Me lamento en mi sillón cuando escucho mi teléfono sonar, inmediatamente supe quien era.

- Alo, cariño -

- [ Qué pasa, porqué te escucho triste ]- 

- haa porque más, no podemos ir a la playa como teníamos planeado - Le decía desanimada a él que estaba al otro lado del celular.

Lo escuche suspirar antes de comenzar a hablar - [ Tenemos mucho por delante...  o es que acaso me planeas terminar y por eso estas así, eh? Cara redonda... ]- No sé hasta dónde puede llegar la imaginación, pero justo ahora acabo de cambiar totalmente la situación.

- Oye!! ¡Katsuki! porque estas diciendo eso, como se te ocurre-- Me vi interrumpida por los exclamó fuertes de Katsuki, me dejo sin palabras.

- ¡¡Maldición!! por un carajo ¡MIERDA!... TSK, no me esperes - Corto la llamada de una manera muy intrépida.

¿Qué fue eso? porqué me dijo esas cosas, acaso dije algo que lo molesto, y qué pasa con ese 'no me esperes' quiere decir que no vendrá, esto debe ser una broma, si una broma.

Estaba muy nerviosa, sentía como la sangre se iba a los pies, me abrace a mi misma y me di cuenta que estaba temblando, tengo miedo de lo que quiso decir Katsuki con esas palabras, mordí mi labio inferior y respire profundo para no llorar. Le marque al celular pero por más que sonaba no contestaba, decidí buscar mis cosas para salir e ir a él.

Abrí la puerta, pero me estaba olvidando del paraguas así voltee para tomarlo puesto que siempre está en la entrada, al incorporar mi postura trono tan fuerte que por reflejo me agache en el suelo cerrando mis ojos y cubriendo mis oídos con las manos, la luz se había ido y como aún no salía el sol todo estaba a oscuras. 

Alce mi mirada y vi la silueta de alguien frente a mí que me decía mientras un relámpago en el cielo me dejó saber de quién se trataba. - !No me esperes que ya estoy aquí¡ Feliz primer mes mi ángel - Si no fuera por el relámpago y por su entusiasta y dulce voz, ya lo hubiera noqueado en el piso.

La luz volvió, estaba con sus brazos abiertos hacia mí, con fundas en cada mano, cargando una mochila y bolso masculino al costado, además del hecho de que estaba empapado por la lluvia y que una hermosa sonrisa estaba dibujada en sus labios. No se si es cómico o contraproducente, pero me levanté del piso y me lanze a él para ponerme a llorar; dejó caer lo que traía en las manos y me abrazo preguntándome qué me pasaba.

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Era obvio que me lleve un gran susto con sus fuertes palabras, pero todo encajó cuando me contó lo que le había pasado, dijo que me llamó cuando estaba estacionando su coche en el estacionamiento del bloque departamental y que cuando salió del coche una ventisca volteo su paraguas lo cual lo hizo mojar y ese era el motivo de las palabras que escuche, pero cuando iba a decirme que ya estaba aquí la llamada se cortó y por lo mojado que se encontraba no podía abrir las llamadas. 

No lo solté por un buen rato y como resultado de ello mi ropa se mojó por su ropa empapada, al notar eso me despegué de él y fui por una toalla para él, sin escuchar a lo que me decía lo metí al baño para que se calentara en el ofuro o tomara una ducha caliente, mientras me iba a cambiar de ropa. Entre las fundas que trajo había un par de bentos, chocolates que obviamente eran para mi, snack para picar, un vino de buena calidad junto a un par de copas y un pequeño pastel que seguramente hizo él; tengo que admitir que a pesar de su carácter y el genio que se carga, mi katsuki es todo un caballero, detallista y sobre todo es muy paciente cuando explotó de celos.