Regreso de la esposa abandonada

Capítulo 37: Haz armas mágicas para todos

"Bisabuelo" interrumpió Wu Ruo antes que Wu Qianqing, "Es cierto que no tenemos suficientes materiales para fabricar armas mágicas porque no solo mi hermano mayor lo necesita, sino también mi madre, mi padre, mi hermana Wu Xi y yo, todos los necesitamos"

Wu Qiantong preguntó tratando de no mostrar su ira, "¿Por qué necesitas armas mágicas si no vas a entrenar?"

"Conoces mi condición física, tío"

Wu Ruo dijo con tristeza, bajando los ojos: "A diferencia de cuando estaba aquí en la familia Wu donde podías protegerme, mi vida sería muy difícil si no tuviera armas mágicas en la familia Hei. Los sirvientes no me respetan como su amo en absoluto porque no tengo poder espiritual y mi cuerpo está demasiado gordo para moverse rápido. Me alimentan con comida simple e insuficiente. Si necesito su ayuda en el baño, les llevaría mucho tiempo entrar y ..."

En realidad estaba acusando a Wu Da y Wu Xiao, no a nadie más. Pero lo que Wu Qiantong y los otros pensarían no era asunto suyo.

"Entiendo. Ruo, tienes mi simpatía" Wu Bufang lo interrumpió y lo detuvo a que hablara más. La miserable vida de Wu Ruo literalmente lo abofeteó en la cara.

Él fue quien organizó el matrimonio y su bisnieto sufría de algo que ningún sirviente estaba experimentando solo por su decisión. Si la gente lo supiera, la gente lo juzgaría por ser brutal e indiferente con su propio bisnieto, porque quería pulir a las manzanas Wu Chenzi. Para entonces, nadie en la familia lo respetaría desde el fondo de sus corazones.

Wu Bufang dijo a Wu Qianqing con una expresión severa, "Tienes que hacer armas mágicas para Wu Ruo lo antes posible"

"Si" Wu Qianqing respondió apresuradamente.

Wu Qiantong preguntó con cariño: "Entonces no tenemos que hacer algo para tu padre, tu madre y tu hermana, ¿verdad?"

"Tío, ¿cómo puedes decir eso?" Wu Ruo le dijo: “Mi hermano mayor todavía puede protegerlos cuando está en casa ahora mismo. Pero cuando se vaya de casa, nadie podrá protegerlos. Como saben, mi padre ofendió a muchas personas. Muchos de ellos deben estar buscando la oportunidad de vengarse mientras que él no tiene poder espiritual en este momento. ¿Cómo podría protegerse si no tiene armas mágicas con él? ¿Cómo podría proteger a su impotente esposa?"

Wu Qiantong resopló, "¡Quién tendría las agallas para colarse en la Mansión Wu para asesinar a mi familia!"

“Pero mi padre no puede quedarse en casa toda su vida, ¿verdad? Además, mi padre es el Tercer Maestro del Patio Sur. La gente se reiría de él si no tiene armas mágicas decentes"

Wu Bufang era una persona orgullosa. Él asintió para estar de acuerdo cuando escuchó que la gente se reiría de la familia: “Tienes razón. Como Tercer Maestro y su Señora del Patio Sur, ¿cómo podrían no tener armas mágicas?"

Wu Qiantong continuó: "¿Qué pasa con Xi?"

"Haz armas mágicas para todos ellos" Wu Bufang bajó la voz.

Toda la familia tenía armas mágicas ahora. ¿Por qué dejar a la chica afuera?

Además, si los cuatro hermanos no hubieran quitado las armas mágicas de Wu Qianqing en primer lugar, Wu Qianqing no tendría que terminar recolectando materiales para fabricar armas mágicas.

Sin darles a los cuatro hermanos la oportunidad de discutir, Wu Ruo les agradeció con una sonrisa: “Gracias, bisabuelo y tíos. Cuando mi hermano mayor regrese del entrenamiento, encontrará los mismos materiales y se los devolverá"

'¡Jeje! A mi hermano mayor le tomaría unos años antes de que regrese. Tu solo espera. ¡Pero es imposible devolver los materiales incluso si regresa!'

Los cuatro hermanos se veían terribles, pero no podían expresar su enojo frente a su abuelo. Fueron ellos quienes tuvieron esa idea y todos estuvieron de acuerdo. ¿Podrían volver a sus palabras?

Por supuesto no.

Wu Bufang se fue después de que les dijo a los cuatro hermanos que entregaran los materiales a Wu Ruo y otras cosas de la familia.