—Ah, yo... ¿Sí?

—¿Me estás preguntando?

—¡No! Sí, si quiero... Es que... Tus labios son... se ven lindos y suaves... Espera, eso no sonó tan bien como creía —reí ante su cara de nerviosismo puro—. Ah... Me gustaría hacerlo, pero no voy a obligarte a nada.

—Bueno temo que será un problema, porque yo también quiero hacerlo.

Lisa me observó sorprendida y les juro que ni yo misma sé de dónde saqué tantos ovarios para decir eso con la valentía con la que lo dije. 

—¿Qué...?

—Bueno, yo... Nunca he dado un beso, pero... Tal vez... Ah, soy de las personas que cree que el primer beso debe ser especial, con alguien especial, y tú eres especial para mí, así que...

—¿Soy especial para ti?

—Claro que sí, Lice. Te conozco desde que somos pequeñas, eres alguien muy importante y especial para mí.

Ella me observó por unos instantes con una extraña mirada que no supe descifrar, y luego habló.

—Tú también eres especial e importante para mí, más de lo que te imaginas, mi Rosie. En caso de que no lo sepas.

Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa en respuesta. Nos quedamos ahí, quietas, sin mover un sólo músculo y observándonos a los ojos.

Lisa entreabrió sus labios y acercó su mano derecha a mi rostro, apartando un mechón de cabello y posándolo detrás de mi oreja.

—¿Estás bien con eso?

—¿Con querer besarte?

—Con que yo quiera besarte.

—Supongo que está bien... Sería... Para aprender a hacerlo, ¿verdad?

—S... Sí tú quieres.

Estaba nerviosa y Lisa lo sabía. Empecé a tartamudear y estaba completamente segura de que parecía un tomate en ese instante, pero afortunadamente, ella me entendió y trató de tranquilizarme.

—Hey, relájate, Rosie. Sólo soy yo, Lili —acarició mi mejilla suavemente—. No haremos nada que tú no quieras, ¿está bien?

Incapaz de hablar, asentí. Dándole a ella la respuesta afirmativa.

Lisa volvió a sonreír.

—Cierra los ojos, ¿sí?

Completamente obediente, cerré mis ojos fuertemente y tragué saliva.

Poco a poco, la respiración de Lisa se acercaba a mi rostro, y era tan caliente y tranquila, que me hizo relajarme.

—Sólo soy yo, Rosie Pooh —susurró sobre mis labios.

Apreté mis labios y volví a asentir, sintiendo como Lisa seguía exhalando sobre ellos. Hasta ese punto, realmente estaba empezando a desesperarme, y consideré la idea de acercarme. Pero cuando debatía mentalmente sobre hacerlo o no, Lisa me sorprendió estampando sus labios sobre los míos.

Pero no fue más allá. Simplemente fue sólo un roce, algo diminuto. Labios contra labios y ya está. Y Extrañamente me disgustó que hubiese sido así.

Abrí mis ojos para encontrarla observándome con la misma expresión que hacía siempre que estábamos juntas y aún no tenía idea de cómo descifrar.

—¿Lisa? —ella hizo un sonido con la garganta, indicándome que prosiguiera—. ¿Eso fue un beso?

—Algunos no... No lo considerarían un beso. 

Promise┊ChaelisaWhere stories live. Discover now