Clásico Louis Tomlinson. Llega tarde, cuando se supone que debe estar en casa para Navidad, así como para su cumpleaños el día anterior. Él ha prometido ir a visitarlo desde la universidad, y no salir a beber por su cumpleaños, y ya está teniendo la bronca de su madre, como de costumbre. Se suponía que debía haber nacido el 21, ella recordaría, así que al parecer, él ha estado retrasando las cosas desde el vientre materno.
No ayudó que la nieve venía fuertemente, y tuvo que pararse a limpiar los costados de sus parabrisas cada pocas millas. Durante su última parada, sin embargo, había olvidado ponerse el cinturón de seguridad. Por lo cual no estaba precisamente preocupado porque:
1. Él no estaba pensando en ello para nada.
2. No había nadie en las carreteras, porque la gente era más inteligente, y se había ido antes a la reunión con sus familiares.
Louis suspiró, golpeando el volante mientras conducía a la melodía de la canción de Charlie Brown. Había llegado a Doncaster y decidió hacer caso omiso al límite de velocidad sólo para ahorrar algunos minutos, cuando oyó el tan familiar ruido de un coche policía. Él gimió.
"Joder", murmuró en voz baja mientras detenía y se bajaba del coche. Trató de no hacerse ver demasiado sorprendido al ver la alta y esbelta imagen del policía caminar penosamente a través de la nieve hacia él. Louis sonrío, tratando de no reír ante la idea del joven cayendo sobre él. Mientras se acercaba, Louis se dio cuenta de que parecía mucho más joven que él. Y era increíblemente más apuesto que cualquier policía que se podía haber encontrado a pocos kilómetros de distancia.
"No creas que no me he dado cuenta de que no llevabas el cinturón de seguridad mientras que ibas a 20 km sobre el límite," él habló con severidad, pero Louis no pudo contener su sonrisa. Él no iba a llamarle señor y el hecho de que en su etiqueta pudiera leer 'Harry' hizo todo una especia de broma. Pero al ver a Harry escribir una multa, Louis se alteró.
"¡Espera! Y-Yo no soy de por aquí. Sólo estoy visitando a mi familia para las fiestas y el cinturón... no funcionaba..." mintió, tropezando con sus palabras, a la vez que un par de ojos verdes brillantes se levantaba hacia él. Louis tragó duramente, hipnotizado.
"A juzgar por el acento de Yorkshire y su cara guardada en el sistema informático, Sr. Tomlinson, yo diría que usted es de aquí. ¿Se da cuenta de que mentir a un oficial es también un crimen?"
Louis exhaló, después de haber contenido la respiración. Harry suspiró. "En primer lugar, por favor, no me llame Sr. Tomlinson. En segundo lugar, lo siento. En serio. Pero confíe en mi, no hay castigo que me pueda dar pero que el desprecio de mi madre. ¿No puedo obtener una advertencia?" Rogó. Incluso recurrió a un puchero, sólo para intentar encantar al hombre. "¿Por favor? Es Navidad."
Harry rodó los ojos. "La ley no se va de vacaciones."
Louis se echó a reír. "Wow, eso fue bueno."
"¿Es esto una broma para usted, señor-"
"Louis. Llámame Louis. Y no, no lo es. Yo sólo-" Louis se quedó mirando el amplio pecho de Harry, cubierto por un oscuro abrigo, y miró hacia arriba para verlo mejor. "Estoy un poco nerviosos, eso es todo", confesó.
"¿Perdón?"
"Los policías en Donny suelen ser gordos, viejos amargados que sólo quieren arruinar las vacaciones de gente como yo. Pero tú, ¡podrías se perfectamente uno de sus nietos!" Louis ajustó el cuello del abrigo de Harry. "Y haces que realmente ese uniforme se vea intimidante... y caliente."
Harry frunció el ceño. "¿Eres tú-"
Louis se acercó más, y Harry pudo sentir su frío aliento. Había sido entrenado para todo menos para manejar a Louis Tomlinson. "Estoy seguro de que hay otras maneras en las que puedo pagar mis infracciones, oficial..." susurró Louis, seductoramente.
