Special [Jenlisa]

27.- Obra de Arte

Irene tenía el rostro extremadamente rojo y las manos cubriendo sus ojos, "Tienen que parar con estas cosas."

"Ustede-" Jennie fue interrumpida por el sonido escandaloso que hizo eco en el patio. "Maldita sea, no puedo creer que me quedare sin nota en Artes..." murmuró mientras pasaba las manos por su rostro nerviosamente. "¡¿Quién se queda sin nota en artes?!"

"Tú," Irene levantó una ceja y mostró la lengua. Jennie puso los ojos y le mostro el dedo medio en respuesta.

"¿En serio no me van a ayudar?"

"Buena suerte, Jen," Jisoo dejó un beso en la frente de la coreana antes de tirar de Rosé por la mano. "Tuviste todas las clases para hacerlo, ahora no tienes tiempo."

Jennie resopló en voz alta, llenando las mejillas de aire, arrancando una risa de Irene que la esperaba ya de pie, ajustando su mochila en su hombro.

"¿Por qué no lo hiciste?" Preguntó mientras caminaban por el corredor.

"Dormí toda la tarde con Lisa," Jennie respondió, sus mejillas sonrojándose de repente. "Hasta podía haber hablado con ella sobre eso, pero nos dormimos de todos modos."

"Durmieron, ¿eh?" La chica balanceo las cejas sugestivamente.

"¿Qué?" Jennie cerró los ojos. Ella sintió su rostro calentarse aún más cuando entendió lo que su amiga quería decir. "¡No! Sólo dormimos. No tenías por qué pensar... otras cosas."

"Vas a decir que ustedes nunca tuvieron sexo," Irene reviro los ojos en broma.

"¡Joohyun! ¡Basta!" Jennie ya estaba casi roja de vergüenza.

"Sólo pregunte," La chica se encogió de hombro, riendo suavemente.

"Hicimos el amor, pero sólo una vez," la coreana se apresuró a decir, con los hombros encorvados y el labio inferior entre los dientes en un intento de esconder su sonrisa, "Porque con ella... todo es diferente. Es mejor."

"Estás bien, estás muy enamorada," Irene abrazó a la coreana por los hombros mientras entraban al salón, "Ew, hasta suspiras cuando hablas de ella."

"Pero no puedes hablar así de ella porque gustabas de mí, así que tranquila."

"Al menos tengo una nota en artes."

"Que te jodan."

Jennie resopló mientras se acomodaba en su silla, observando a la profesora de artes entrar a la sala con la típica sonrisa simpática en el rostro.

"Buenos días, amores," la señorita Lee exclamó al poner sus pertenencias sobre la mesa. "Espero que hayan hecho las obras que les propuse la semana pasada, pues valdrán noventa por ciento de la nota de la materia."

Jennie se quedó sin aliento, parando de prestar atención a la profesora y comenzó a buscar desesperadamente su cuaderno en la mochila, arrancando una hoja y acomodando su celular entre las piernas. Tomó una respiración profunda y mantuvo los ojos cerrados hasta conseguir reproducir el perfil de Lisa en su mente.

Y luego comenzó a garabatear.

La profesora había pedido que hicieran una imagen que representara la mente de las personas. Y Jennie no tenía idea de cómo la mente de Lisa podía ser representada. Era demasiado compleja para que alguien tratara de descifrarlo y colocarlo en un papel.

Jennie resopló, mordiéndose los labios nerviosamente, mientras miraba los garabatos que hasta consiguió hacerla sentir una punzada de orgullo en el pecho; lo estaba haciendo mejor de lo que imaginaba.