Tu eres mi joya

Bailemos....

La princesa y aquel plebeyo regresaron al baile. Susana miraba con recelo como su hermana podía tener a los mejores hombres de la comarca aunque ella está bien sabida de que con quien bailaba no era más que un mugroso minero convertido en sirviente para tenerlo cerca

-Maldición, cómo haré que esto salga a la luz-Pronto susana notó que su hermana y Terry salieron juntos de nuevo y a ella no le importaba dejar su podio para saber que tramaban esos dos

La luna era bastante hermosa y un ambiente romántico se podía sentir... no hacía falta decirlo

-Candy, estas segura de que no es mejor estar en el baile...Ya sabes, para no dar sospechas

-Tonterias Terry; ademas queria bailar contigo 

-Pero mi amor, sabes que eso lo habíamos hecho en el gran salón

-Lo sé, pero quería que fuera un baile secreto...ya sabes...con la verdadera yo

-Oh...hablas de que te traté como una chica cualquiera en vez de una princesa

-Si...Lo que hablamos hace rato

-Lo se mi princesa, pero aun no logro acostumbrarme. Además, así actuemos como que no eres una princesa, para mi siempre lo seras

-Eso fue muy lindo Terry, dijo la princesa frenando en seco

-¿Pasa algo Candy?

-No...-Sonrió ella para ponerse de puntitas y besar los labios del castaño-No pasa nada

Estando ya en un lugar más abierto y sin alguna persona que los viera decidieron bailar

-Mi amada julieta ¿me concede el honor de bailar esta pieza con este humilde servidor?

-Claro que sí-sonrió la princesa dejando que el castaño la abrazara por la cintura

ambos bailaron al compás del cantar de los grillos y su única luz era la de las luciérnagas y la luna que brillaba para ellos

-Dime Candy...-Soltó el enredando a la joven por la cintura y pegándola contra su cuerpo logrando que la rubia se colocara nerviosa

-¿S-Si T-Terry...?-pregunto ella con la cara ruborizada

-Hmm pareces algo nerviosa princesa pecosa-Burlo el castaño frenando en seco pegando mas a la princesa a su cuerpo

-¡N-No estoy n-nerviosa!-Alegó la princesa sintiendo como detrás de ella había algo que hacia presión- M-Mejor dime que me ibas a preguntar

-Oh si...¿Nunca has pensado en huir?...Ya sabes...escapar y ser libre 

-Hablas de tu y yo...-Sonrío ella completando la frase 

-Bueno, no sé si estarías dispuesta a huir conmigo 

-Claro que sí, solo contigo lo haría

Terry levantó a la rubia girándola en el aire; la princesa acababa de alimentar el ego del castaño, jamas le habian dicho algo más hermoso que eso y más aún escuchar la risa de la joven mientras el la giraba en el aire

-¡Te amo Candy!-exclamó Terry-¡Estoy enamorado de la princesa Candice!-Exclamó Terry mientras seguía girando a la rubia en el aire 

-¡Y yo amo a Terrence Grandchester!-Gritó Candy ya sintiéndose mareada

-Sabes, deberíamos irnos ya...Nos hemos desaparecido dos veces esta noche y una no fue a bailar-Insinuó Terry besando el cuello de la rubia

-S-Si, m-mejor n-nos v-va-mos ya...

-Vaya te poner nerviosa porque te beso en el cuello pero hace rato no te vi tan nerviosa cuando estábamos en la cueva, creo que alguien no estaba tan nerviosa como yo por su primera vez

-Oh vamos Terry, estaba muerta del miedo creí que me doleria mucho

-¿Y dolió?

-Un poco...pero fue mejor las sensaciones que sentí después 

-Eso significa que lo hicimos bien-Sonrió Terry acercándose a ella

-Yo diría mas que bien-sonrio la rubia besando al castaño

Ambos terminaron su pequeño encuentro antes de volver a la insípida fiesta que aún se llevaba a cabo.

La princesa regreso a su trono con la mente abierta y con sus ojos brillantes. Su cabeza solo estaba en un lugar y era con Terry quien andaba por ahí en el gran salón viendo de lejos a su amada princesa

-¿Donde estabas hija?- pregunto la reina algo angustiada

-Salí a ver a los demás invitados.

-Hija...sabes que no puedea salir sin tú dama de compañia

-Perdón madre- se disculpó la rubia con un tono de seriedad

-Además tu padre dará un anuncio importante

-Oh....¿y que es?

-No se...-Rió la madre de Candy

El rey se puso de pie y llamo la atención para dar un anuncio importante. Susana quien había seguido el paso de la rubia estaba pensando cómo arruinarle la vida a su hermanita pero el Rey ya estaba apunto de hacer eso

-Queridos invitados me complace anunciarles que he encontrado esposo a mi hija menor la princesa Candice

-¡¿Qué!?-Exclamó la rubia 

-No entiendo tu reacción hija. Sabes que te has preparado para esto toda tu vida- alegó el Rey

-¡Claro que no! no estoy lista para esto; tal vez nunca lo voy a estar-Contradijo la chica

-Es porque ama a ese bastardo de Terrence-Interrumpió susana a mil voces por toda la multitud- Y no solo eso padre; también acaba de revolcarse con ese mugroso plebeyo

-Susana cómo puedes decir esas cosas de tu hermana 

-Bueno, entonces me imaginó que no habrá problema en que pongan a prueba su doncellez-Apoyo Albert 

-¡Pero que escandalo es este!- alzó la voz la reina- dime hija es eso cierto...¿Te haz enamorado del plebeyo?

-Aún mas- interrumpió su hermana- dejaste tu doncellez por el!- pregunto Susana avivando el fuego

-Yo....

-¡Contesta Candice! ¿Amas a Terry?- reprochó Susana

-Yo....

-¿Y bien?

Terry miraba desde el fondo. Sabía que su amada estaba en graves problemas y preferia que ella negara lo que ambos sentían que causarle problemas. El castaño estaba apuntó de salir por la puerta cuando una voz resonó por el lugar...

-¡SI! ¡AMO A TERRY GRANDCHESTER Y NO ME IMPORTA SI ES UN PLEBEYO O UN PRÍNCIPE...LO AMO CON TODO MI CORAZÓN!

La gente comenzó a murmurar y mas aún cuando candy bajo de su trono para correr a los brazos de Terry

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