Ե ɾ ҽ ς ҽ.

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Creo que gaste mas plata en vuelvos que en otra cosa. Ya estaba cansada de los aviones, así que decidí que luego de este viaje, no iba a viajar más por un tiempo bastante largo.

Pido un taxi y sonrio al ver como la mujer que lo conducía, me ayuda a subir las cosas.

–Muchas gracias. –sonrio y subo al taxi. Acomodandome en el asiento. Le digo la dirección de la casa de Exequiel–

Luego de 30 minutos, estábamos en la casa de Exequiel, le pago a la mujer y me vuelve a ayudar con mis cosas, pero esta vez a bajarlas. Le agradezco nuevamente y me acerco a la puerta con mis cosas.

Toco esta suavemente y ahí estaba el, tan lindo como siempre. Ese es el pibe del que me enamore.

–Ampi, ¿qué haces acá? –la mira preocupado– con todas tus cosas encima. ¿Te hizo algo el traperito ese?

–ruedo los ojos– Ayudame a entrar las cosas y te cuento.

Asiente y me ayuda a entrar todo, mejor dicho, las entra el, porque el pelotudo no me dejaba ni agarrar mi mochila.

–Bueno, ahora sí. Contame.

–Me di cuenta que te amo como desde el día uno, que no puedo estar sin vos. Que necesito tus besos, tus caricias, tu voz, tu sonrisa, tu risa. Te necesito a vos. Con Lenny terminamos las cosas bien, quedamos como amigos y el estaba en la misma situación que yo. Seguía enamorado de su ex, al igual que me pasa a mi. –sonrio– extraño ir a verte jugar, cantar las canciones, extraño ver tu cara ni bien abro los ojos. Te extraño.

Exequiel no sabía que decir, estaba sorprendido.

–Te amo, Amparo. Perdóname por hacerte tan mal. Prometo hacerte feliz y nunca mas fallarte. Me di cuenta de cuanto te necesitaba cuando te perdí y ahí es cuando uno se da cuenta que la frase "uno no sabe lo que tiene, hasta que lo pierde" y la frase tiene razón. Todas las noches lloraba porque no te tenía, no tenía tu voz que me transmitía tanta paz, tu risa que me llenaba el alma y tu sonrisa que me hacía quedarme en ella millones de años. –se acerca a ella y acaricia sus cachetes– ahora vamos a ser nosotros tres, siempre mi amor.

–sonrio cerrando los ojos y beso sus labios cortamente– Te amo.

–Yo a vos, mi amor, muchísimo. –sonrie– Ampi, ¿queres volver a ser mi novia?

–¡Obvio que quiero mi amor! –sonrio besando sus labios–

•••

–¡Exe! ¡Vamos a llegar tarde al monu! Dale. –grito terminando de peinarme–

–Ya estoy. –sonrie–

–No les digas nada que voy con vos, por favor. Quiero que sea una sorpresa.

–Si mi amor. Tranquila. –sonrie–

Caminamos al auto y entramos en este para arrancar hacía el monumental.

–¿Hace cuanto no pisas el monumental?

–Desde que me fui Exe. No volví al monumental la vez anterior que vine.

–Sabés que ahora te tenes que cuidar ¿no? Nada de saltos, o esas cosas.

–Ya lo se, gordo. Quedate tranquilo. –rio–

–Tenemos que sacar turno para el médico.

–Cuando volvamos del monu, llamo y saco turno.

Asiente y estaciona afuera del monumental. Bajamos y agarra mi mano, dios mío, que lindo era volver con el amor de mi vida al lugar que amo.

Cuddling; Exequiel Palacios.Where stories live. Discover now