Ambas muchachas iban ahora en la parte trasera de un taxi camino al departamento.
La ventana del costado de la morocha abierta, regalando una fría ventisca.
Soojin se encontraba sentada mirando las calles de Seúl con un semblante respectivamente serio.
Mientras que la menor se encontraba a su lado, descansando su cabeza en el hombro de la mayor.
Estaba algo cansada por lo que la morocha le dijo que intentara dormir hasta llegar.
Las dos muchachas tomadas de la mano en pleno silencio, se sentían ahora más seguras que nunca por una extraña razón.
Como si se tuvieran que agarrar lo más que pudieran antes de que algo las volviera a separar.
Flashback
─Te quedarás en mi cuarto─sentenció Soojin mientras salían del hospital en busca de un taxi.
─Pero-
─Nada de peros, estas toda lastimada, me vas a dejar cuidarte o no?─dijo seria la mayor─Tienes que tomar medicamentos y descansar.
Se detuvo frente a la contraria.
A pesar de su mal estado físico por los golpes proporcionados por el accidente, un sonrojo se apoderó del rostro de la menor.
─B-bueno─titubeo la pequeña.
Fin del Flashback
Al llegar al departamento Soojin despertó levemente a la pelinegra que se encontraba a su lado.
─Shu, arriba─levantó suavemente la cabeza de la menor─Subimos y puedes seguir durmiendo, pero vamos.
Shuhua lentamente desprendió su cabeza del hombro de la mayor y abrió de a poco los ojos mientras se los frotaba con uno de sus puños, algo que enterneció a la morocha.
─Sí unnie─pronunció aún medio dormida la nombrada.
Luego de pagarle al taxista, Soojin tomó las cosas de ambas y bajó del vehículo. Se dio vuelta después de acomodarse un poco la ropa y extendió su mano hacia la pelinegra, quien no dudo en tomar su mano y bajar también.
Pero la menor notó que a pesar de ya haber bajado del auto y estar ambas tranquilamente subiendo las escaleras del lugar, Soojin no había soltado su mano.
Shuhua ya ahora un poco mas despierta la miraba.
Bajo la mirada a las manos entrelazadas de ambas mientras caminaban.
Debió haberse asustado mucho─pensó Shuhua.
Pues la mano de Soojin aún temblaba.
Llegaron y luego de pasar la mayor tiró las cosas sobre el sillón para luego arremangarse las mangas del suéter.
─Ven aquí─dijo la morocha.
La pelinegra obedeció el llamado y simplemente se acercó hasta quedar parada frente a la mayor.
Soojin comenzó a sacarle el abrigo, el cuál consiguientemente dobló y apoyó en el borde del sillón. Tomó a la menor de la mano y la llevó hasta la cocina donde comenzó a preparar el medicamento de la misma. Llenó un vaso con agua y se lo entregó.
─Tómate esto─dijo mientras le regalaba una pequeña sonrisa─Te hará sentir mejor.
Shuhua se quedó observando a la mayor.
─Mm..está bien.
Luego de tomar el medicamento apoyó el vaso en la mesada mientras veía como Soojin terminaba de guardar las cosas.
─Unnie.
─Si Shu?─contestó la castaña terminando de ordenar los medicamentos en su lugar.
─¿Estas enojada?─se animó a preguntar.
La mayor se detuvo.
Se dio vuelta y sus miradas se conectaron.
─Claro que no Shuhua, como voy a estar enojada en una situación como ésta─contestó─Casi me das un paro.
─Mm..es verdad─admitió la menor─Noté que tenías los ojos rojos, lloraste?
Soojin desvío la mirada.
─Un poco─dijo mirando hacia otro lado.
─Está bien─sonrió la pequeña─Perdón y gracias por haberte preocupado por mi.
Un leve suspiro se dejó escapar de los labios de la mayor.
─Bueno, tienes que ir a la cama y descansar─sentenció al fin la morocha.
Comenzó a caminar saliendo de la cocina para dirigirse a su cuarto.
─Unnie.
─Si?
─Me..
La mayor se dio media vuelta esperando por las palabras de la menor.
─Me darías un beso?
Soojin se quedó helada, sorprendida ante la repentina petición por parte de Shuhua.
No sabía cómo reaccionar.
Pero antes de que pudiera pensarlo mucho, la pelinegra se acercó a ésta y se aferró a los hombros de la misma, para luego acercar sus rostros hasta eliminar el espacio entre ellas.
Comenzó a mover sus labios de forma apasionada, haciendo casi de forma instantánea que Soojin le siguiera el beso.
La menor se aferró más fuerte de los hombros de la mayor, quien la tomó delicadamente de la cintura.
Tener a Shuhua aferrada a ella, le hacia sentir sumamente bien. Pues la menor le estaba confiando sus fuerzas y entregandose al cuidado de su mayor por completo.
Ambos rostros comenzaron a aumentar en temperatura a medida que el beso continuaba.
Inconscientemente Soojin comenzó a retroceder despacio por la intensidad, haciendo que la menor simplemente se acercara a ella más y más.
Se movieron hasta que Soojin chocó su espalda contra una de las paredes del pasillo, quedando con la menor totalmente encimada.
La mayor se despegó del beso por un segundo intentando recuperar un poco de aire.
─S-Shuhua todavía estás herida─titubeo nerviosa la castaña─No se si deberíamos..
─Soojin, si voy a la cama me das otro beso?
La menor se sonrojó el triple al finalizar la oración.
Soojin abrió los ojos como platos, y sus mejillas se ruborizaron.
No podía creer lo que estaba pasando.
Una calentura crecía en su entrepierna debido al comentario de la menor.
Pero había otra sensación tan fuerte como esa que estaba desbordandose a su vez.
─Shuhua yo─se detuvo en el medio un segundo intentando encontrar las palabras─Te extrañé tanto.
Los ojos de la mayor comenzaron a cristalizarse.
─Lo sé, Unnie─dijo la pelinegra─Yo también te amo.
Soojin levantó la mirada de golpe y sus ojos se encontraron.
─Te amo─repitió la menor.
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elnepedemomo me pidió otro🍒
vieron desaparezco un tiempo pero subo dos días seguidos eh
Yo también los extrañé🍒
