Capítulo 19

120 10 3
                                    

Cuando despierto me doy cuenta que estoy nuevamente internada, esto se está convirtiendo en horrible deja vu, pero algo es diferente; miro a mi alrededor las misma paredes blancas, el mismo olor antiséptico, pero este no es el mismo hospital, se ve diferente, siento la garganta seca, me duele la cabeza y el cuerpo, como si alguien me hubiera golpeado, miro al lado derecho y hay la típica mesa de hospital con su respectivo vaso con agua, lo intento coger y… -¿Qué pasa? ¿Por qué no puedo estirar mi brazo?- Miró hacia abajo y no puedo creerlo estoy… -¿Amarrada?- comienzo a luchar intentado desatar las ataduras, no sé qué pasa, pero estoy muy asustada grito, y pataleo como hace mucho no lo hacía, en esas entra un enfermero, y pone algo en el suero; siento como me voy nuevamente por un profundo hoyo.

Viste te lo dije, iba a llegar el día en que todos se cansarán de ti, lo lograste ahora ya te amarraron, no son diferentes a ellos ¿Cierto?...

Cuando vuelvo a despertar siento mi cabeza como en una bombona me da vueltas y tengo nauseas, alguien me tiene la mano cogida, abro los ojos y es mi mamá intentó retirarla, pero los amarres me lo impiden, ella me tranquiliza diciendo que todo está bien, que es por mi seguridad.

– ¿Por tu seguridad? Sí cómo no, no le creas te tienen amarrada como a un animalito, así como años atrás acuérdate, o ¿es que ya lo olvidaste?

Intento hablar pero tengo la garganta más seca que antes, mamá se da cuenta y me da un poco de agua tengo recelo de recibirla, pero no tengo opciones, cuando ya me siento mejor, le digo.

– ¿Por qué me tienen amarrada? Este no es el mismo hospital de siempre.

– No mi amor lo siento, como ya te dije estás amarrada por tu seguridad, anoche te descontrolaste nos tocó llamar una ambulancia, pero la Dra Ximena nos dijo que te ingresaramos acá por…

Se queda callada y voltea la cara hacia la puerta.

– ¿POR QUÉ?

Mi voz suena más alta de lo que pretendía, las lágrimas corren por sus mejillas.

– ¿Por qué intentaste lastimarte, nuevamente? Y no solo eso, lastimaste a tu hermana, la golpeaste, sabemos que no fue tu culpa, pero la alcanzaste a herir un poco  y después intentaste cortarte las venas, si es por tu padre que estaba cerca, no sé qué habría pasado.

– ¿Qué, Sofía? ¿Esta herida? ¿Por mi culpa?

– No, bueno sí un poco, entre todos intentamos calmarte, pero no fue posible tu papá fue a llamar a emergencias, y Sofía se acercó tú la empujaste al caer se golpeó la cabeza, después agarraste un cuchillo e intentaste… bueno ya sabes, ya te lo dije, por fortuna tu papá te agarro antes que lo hicieras, llegaron los paramédicos te inyectaron algo y ahora estás acá, no te preocupes por Sofía, solo fue un pequeño golpe que sangro un poco, pero ya hablé con tu papá y está bien, ya iban camino a casa. Ella va a estar bien no te culpa y nosotros tampoco, solo quiero saber ¿qué te pasó? ¿Por qué te pusiste así?

En ese momento entra la Dra Ximena, lleva una bata de médico encima,  gafas y una tablilla de historias en la mano, cosas que no usa en su consulta, se ve diferente, más lejana aunque me sonríe su expresión es diferente.

– Hola Valeria, como te encuentras, vamos a revisar tus heridas y después hablamos.

– ¿Heridas?

– Sí, sé que tu mamá no te lo dijo pero no solo intentaste suicidarte, otra vez, si no que te golpeaste y arañaste, más que todo por esa razón estás amarrada, en este lugar no tienes con que lastimarte pero no queremos que entres en otra crisis y te autolesiones.

Empieza a auscultarme, me duele todo pero aún así no me quejo, al finalizar se sienta en el borde de la cama y me dice:

– Cuéntame ¿Qué pasó anoche? Lo último que sé es que no quisiste ir a la consulta y te respeto eso, cada quien decide cómo llevar su terapia, pero…

– No lo sé, todo estaba bien, no fui porque como le conté Lorena fue la otra tarde y me pidió que le ayudará con sus estudios, por eso decidí no ir a consulta quería preparar las cosas, cuando hable con ella me di cuenta que no soy la única que tiene un pasado oscuro, todos tienen muchas cosas que ocultar, pero no lo han afrontado como yo o de pronto sí, pero no están locos… así que decidí iniciar con lo que me pidió, escribir acerca de aquella época, pero no fue posible, las imágenes, los olores, todo me llegó de repente y no sé qué pasó, lo último que me acuerdo es que estaba en el estudio y fui hacia la cocina, después todo es borroso.

– Si, sufriste un ataque de pánico con un delirio de persecución, al parecer; por eso decidí que vamos a afrontar las cosas de otra manera, no puedo dejarte sola es muy peligroso para tí, tu familia o amigos, entonces te voy a dejar internada por un tiempo hasta estar segura que podemos afrontar las cosas con calma, durante el tiempo que estés acá vamos a hacer una terapia intensiva en la que vamos a profundizar, te advierto va a ser difícil, pero necesitamos que superes esto, porque de lo contrario no vas a mejorar.

Mientras ella habla siento que mi mundo se hunde un poco más, no quiero quedarme acá en un sanatorio, pero sé que tiene razón, si no afrontó las cosas no sé qué pueda hacer más adelante.

– Dra, ¿entonces me está diciendo que ya no tengo depresión? ¿Me quiere decir que estoy loca?

No, tu patología es depresión, pero antes no habías afrontado la raíz de tu problema, siempre lo mandaste al fondo de tu ser por eso estaba "dormido", pero ahora que decidiste mirar atrás, despertaste tus peores temores, es lógico que sientas lo que sientes y que actúes de manera violenta muchas veces, lo que viviste no fue fácil, pero por eso estamos acá, creí que al verte tan centrada no ibas a necesitar este tipo de terapia y lo íbamos a poder manejar en consulta externa, pero no, solo que te tomó un poco de tiempo llegar a este punto, ahora estamos en la "zona cero" nuestro punto de no retorno, sólo nos queda llegar al fondo de la situación y empezar a escalar… te advierto vas a sentir mucho miedo, dolor y frustración, pero no te preocupes acá vamos a estar para tí, no te vamos a dejar caer, nunca más.

– ¿Vamos?

– Tu familia, el cuerpo médico, yo, bueno Valeria te dejo trata de descansar que mañana vamos a empezar, te voy a desatar para que estés más cómoda, espero no tener que dar la orden de atarte otra vez.

Acto seguido me suelta, me pasa una pastilla que había sobre la mesa, un vaso con agua espera a que me la tome y se va, inmediatamente me quedo dormida.

El día paso como entre nubes, sé que mi mamá estuvo conmigo gran parte del mismo también me parece que estuvo mi papá, pero no estoy segura, cuando estoy algo consciente ya es de noche y esta vez una enfermera pone algo en mi suero y vuelvo a quedar dormida, sin sueños ni nada, como si no hubiera dormido suficiente en el día.

Depresión Where stories live. Discover now