El pantalón en tono arena cubría sus piernas, sostenido por tirantes del mismo color que se cruzaban por sus hombros. En su torso una camisa blanca de manga larga, a juego con un suéter tejido de botones beige; zapatos blancos, calcetas largas y el cabello bien peinado.

Harry le había dicho en el colegio que tenían que vestirse formales para en la tarde y Louis pidió permiso a su jefe para trabajar medio día y poder tener tiempo para prepararse mejor y poder estar listo para cuando Harry tocara la puerta.

Tenía mucha suerte de que Arthur fuese una persona muy generosa; de lo contrario no hubiese podido estar listo a tiempo.

Era su primera cita con Harry, tenía que verse bien, quería verse bien, eso incluía a su cachorro, por eso mismo puso demasiado esmero en su atuendo, en su físico y en advertir a Daniel en periodos de diez minutos que no se atreviera a rondar por el piso después de que lo baño.

El cachorrito decidido obedecer y se sentó quieto en la cama, tomando atención en los dibujos animados en la pantalla, su único entretenimiento en lo que su madre terminaba de arreglarse pues Louis no quiso darle colores, sabía de lo que era capaz el cachorro si los tenía en sus manos.

-Te ves muy bien, solecito. -halagó, girando en su lugar, tomando su atuendo previamente planchado del closet. -En poco tiempo pasara Harry. -comentó, quitando el gancho de la prenda.

Un jumpsuit blanco, de cuerpo completo, la tela era delgada y delicada, sin mangas y holgado, lucía un precioso corte en la parte de la espalda en V, largo hasta llegar a su espalda baja; un saco largo gris para cubrirse del frío y zapatos abiertos, con un tejido en líneas de color blanco.

Peino su cabello con ligeras hondas que solo servían para darle volumen, hizo de todo por lucir bien y al parecer lo había conseguido, pues no dejo de mirarse al espejo los últimos diez minutos, admirando su buen trabajo.

Dio un último vistazo a su cuerpo antes de sentarse al lado de su hijo y mirar la película por décima vez junto a él, respondiendo a las dudas que el cachorro pudiese recolectar.

Quince minutos después escuchó los golpes en la puerta, las chispas se encendieron en su estómago y su sonrisa cubrió parte de su rostro.

-De acuerdo solecito, Harry llegó. -notifico al bebé, tomando el control de la televisión.

-No, no, mam. -pidió el bebé, gateando por la cama hasta tomar en control remoto en las manos de su Louis, deteniéndolo.

-Dany tenemos que salir. -el cachorro negó y señaló la televisión. -La veremos al regresar.

-¡No! -alzo la voz Daniel. Louis suspiró y cedió a soltar el control. El cachorro lo tomo satisfecho y volvió a su posición, sentado en la cama y mirando el largometraje con personajes ficticios.

Louis frunció los labios y giro en su lugar, caminando a la entrada en el apartamento.

El largo de sus pantalones acariciaba sus piernas, provocando esa sanación poco usual.

Estaba acostumbrado a usar sus jeans ajustados o sus joggings, siempre que usaba ese tipo de ropa se sentía realmente extraño y al mismo tiempo demasiado cómodo.

Su mano tomo la perilla y energético abrió la puerta, la sonrisa ya plantada en su hermoso rostro, pero está se ensanchó con mayor énfasis y sus mejillas se alzaron; entintándose escarlata.

La figura del alfa al frente, el traje ajustándose a su cuerpo bien esculpido, detallado a la perfección para el gozo de la vista.

Sus dedos se adornaban con demasiados anillos y su cabello ondulado se definía mejor que otros días. Louis sabía que se había tomado el tiempo de peinarlo, pues los rizos se marcaban y no era solo ese peinado esponjado que solía llevar a la escuela y sus uñas tenían un precioso tono de esmalte azul marino; lo noto porque sostenía el ramo de girasoles frente a su rostro, cubriendo la mitad de su cara, mostrando solamente sus ojos grandes y verdes hacer juego con el amarillo vivo.

Teacher AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora