Capítulo 10

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Hace mucho tiempo, ya había aprendido que hablar es una habilidad, dentro de eso, la sátira es aún más una habilidad dentro de una habilidad.

Algunas personas escupen bocados de palabrotas agresivas, al final, el oyente solo lo ve como si estuviera hablando en el aire, pensando internamente: vulgar, ¡oh, tan vulgar!

Algunas personas sonríen en silencio, pero dentro de sus palabras hay una aguja oculta, dentro de sus frases hay una espada enterrada. Causando que la cara del oyente pase de los colores blanco, naranja, amarillo, verde y morado, pero ante la sonrisa amable y amistosa del oponente, no pueden hacer nada y, al final, solo pueden tragarse los dientes aplastados en su estómago (aplastado por rechinar los dientes). 

El dicho "un mudo es incapaz de expresar la amargura de comer coptis chinensis" (no tener más remedio que sufrir en silencio), se refiere a esas personas.



Con todo, el tiempo siempre nos recordará que debemos ser muy hábiles para hablar, y yo personalmente siento que hablar no es una forma de arte, sino más bien inteligencia. *Tos*, por ejemplo, cuando de hecho, absolutamente, completamente, sufrió una gran pérdida de alguien, pero en el segundo siguiente, ¿le hizo sentir que era solo una ilusión?

Muy bien, admito que a veces, de hecho, soy una pequeña persona mala.


Observo la cara de San-er ponerse rígida, sus labios haciendo un movimiento, pero no deja escapar ningún sonido, mira a Liu Ru Xu perdida, pero Liu Ru Xu solo me mira con frialdad, la sorpresa y la duda pasan por sus ojos.



-"Ah-, Ah-Lan."



Ying Lu tartamudea, sus ojos llenos de sorpresa.


-"Tú, tú."


-"¡Mujer joven!" 


Junté las cejas, muy en serio y solemnemente diciendo: 


-"No tengas miedo, mi madre me ha dicho, ¡quien sea la carne que comas, la persona que seas, te protegeré!"


...... silencio instantáneo.


-"¡Pu!" 


Ying Lu se tapa la boca, con los ojos llenos de risa, incapaz de contenerse más, una vez más se ríe a carcajadas.


-"Jajaja, entonces, ¿quieres decir, que has comido mi carne y ahora eres mía?"


Respondo de manera objetiva: 


-"Por supuesto."


Sigo mirando a San-er y Liu Ru Xu con hostilidad, todo mi cuerpo dejando escapar un aire de 'no eres de mi clase'. Y luego, más tarde, como era de esperar, veo que la expresión de San-er cambia lentamente de vergüenza e impotencia a desdén y desprecio, y Liu Ru Xu también restaura sus propios cojinetes de una belleza helada, delicada y fría. 

Agarrando tu mano, arrastrándote lejosWhere stories live. Discover now