Narra Miranda.
No podía dejar de moverme, miraba a cada momento por la ventana para ver que tan lejos estábamos de llagar a Wakanda, necesitaba tener a mi hijo en mis brazos.
Steve:Hey, tranquila...
Me tomo de la mano y yo reí.
Yo:Lo siento, no puedo evitarlo.
Dije para mirar de nuevo por la ventana, pero el me tomó en sus brazos hacer que me sentará en sus piernas, con su mano guió mi rostro hacia sus labios para besarlos.
Tony:O vamos chicos controlense, no quiero quedar traumado como en hawaii.
Dijo y yo reí, me separe de Steve y lo mirar.
Yo:Pues nosotros no quedamos muy bien cuando tu lo hacías con Pepper.
Dije y todos comenzaron a reír menos el.
Solté una risa para volver a mi asiento sin soltar la mano de Steve, con el paso de los minutos vi que ya estabamos por llegar.
Clint:Ehhh, Miranda...
Me puse de pie y Camine hacia el.
Clint:¿Estas segura que estas son las coordenadas?, porque si seguimos a este paso no vamos a estrellar.
Mire hacia el frente y vi como nos acercábamos hacia una colina.
Yo:Confía en mi, sigue el curso.
Dijo y el se puso nervioso, la colina se acercaba más y más hasta que cuando estuvieron por estrellarse, atravesaron el holograma y el camo de fuerza dejando ver a la verdadera Wakanda.
Yo:Bienvenidos a Wakanda.
Todos rápidamente se acercaron a ver la hermosa ciudad.
Steve:¿Como puedes esconder todo esto a la vista de todos?
Solté una risa.
Yo:Fácil, solo dices que no existe.
El sonrió para abrazarme por los hombros y besar mi cabeza, cuando llegamos frente al palacio, Clint aterrizó el quinjet y todos comenzaron a bajar de este donde nos esperaba T'challa, Shuri, la Dora milaje y entre ellos, estaban Nat y Wanda con mi hijo en brazos, rápidamente corri hacia mí bebe para tomarlo en mis brazos y comenzar a llenar su hermosa carita de besos.
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La chica cuervo. [En edición]
FanfictionAntiguamente la gente creía que cuando una persona muere un cuervo se lleva su alma a la tierra de los muertos, pero aveces sucede algo tan horrible que junto con el alma el cuervo se lleva su profunda tristeza y el alma no puede descansar y aveces...