Capítulo 24. Llegada tormentosa.

89 2 0
                                    

3 meses más tarde.

Narra Steve Rogers.

El embarazo de Miranda avanzaba con normalidad, pero para ella ya no era tan fácil, literalmente siempre estaba con algún tipo de antojo, aveces raros y aveces muy normales, ahora su vientre ya estaba muy prominente y ya faltaba muy poco para que nuestro bebé naciera y por esa razón ella necesitaba estar casi estar sentada todo el día, por el peso del bebé en su vientre ya no le permitía caminar bien o incluso tomar una posición que sea cómoda para ella, y eso la hacía sentir frustrada igual que a mi.

Miranda:Ahhhh...esta cama es horrible, no hay mantas suficientes en la cama.

Dijo mientras trataba de acamodarse.

Yo:¿Quiere que te traiga más mantas?

Miranda:No...quiero probar algo, ven aquí.

Camine hacia ella y ella me jalo hacia la cama.

Yo:Mi-Miranda...¿que haces?

Miranda:Solo quiero probar algo.

Se acomodo a mi lado para colocar su vientre sobre mi, soltó un suspiro de alivio.

Miranda:Ah...que cómodo...eres muy cómodo mi amor...

Dijo acurrucandose en mi pecho, yo con mi mano comencé a acariciar su cabeza y su espalda.

Yo:Descansa mi amor, debes descansar para que nuestro bebé sea fuerte.

La acaricie un poco más hasta que ella se quedó dormida, luego de algunas horas comencé a sentir ganas de ir al baño, pero si me movía ella se iba a despertar y eso era lo que menos quería, haci que simplemente me acomode y me quedé mirando al techo.

Miranda:Steve...

La mire.

Yo:¿Que sucede, estas bien?

Miranda:Si...es solo que...

Pude sentir como mi pecho se humedecia, la mire con atención y la vi que estaba llorando.

Yo:Hey, ¿que sucede?

Ambos nos sentamos en la cama, me acerque a ella para colocar mis manos en su mejilla para secar sus lágrimas.

Miranda:Quiero que hagas algo y quiero que me lo jures con tu vida.

Me sorprendí.

Yo:Miranda dime que es lo que pasa...

Se veía demasiado angustiada.

Miranda:Si algo llega a pasar en lo que queda de mi embarazo...

Solto un suspiro pesado.

Miranda:Quiero que salves al bebé...

Yo:¿Pero de que hablas, sientes algo?

Dije y ella asintió.

Yo:No, no, no voy a perderte, no voy a permitir que nada te pase a ti y a nuestro bebé.

Puse mi mano en su vientre.

Yo:Voy a protegerlos, con mi vida lo haré.

Miranda:Pero si algo llegase a pasar, por favor prometeme que salvarás al bebé, prometemelo.

Yo:Miranda por favor, no puedo perderte otra vez...

Ella se alejo de mi.

Miranda:¿Entonces estas dispuesto a dejar morir a nuestro bebé por no perderme?

Yo:!!Yo no dije eso!!

Grite y ella se sorprendió, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas imaginando que ella o mi bebé estén en peligro.

La chica cuervo. [En edición] Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu